El descrédito se les supone a los políticos, sean del partido que fueren, como el valor a los soldados. Desprestigio que se han ganado a pulso por haber asumido que la mentira por sistema tiene un valor incalculable para permanecer en cargos bien remunerados y pavonearse continuamente por el poder que atesoran. Los hay que han ganado fama de mitómanos. Debido a la tendencia patológica a mentir o desfigurar la realidad de la que hacen gala.
La realidad de la que nos hablan los políticos no es la realidad, sino lo que se nos dice que es la realidad, y debe imponerse a la realidad real... Para que se nos considere personas de bien y con educación política se ha de repetir lo que dice la mayoría. El pensamiento único es el proceso por el cual ponemos nuestros pensamientos y palabras en piloto automático. Con el fin de repetir sin cesar esa frase que tanto gustan de oír los caciques: "A mandar, señor, que para eso estamos".
Yo no soy un alma cándida. Pero tampoco un malpensado por sistema. Puesto que quienes los son andan siempre con la cabeza atiborrada de delirios improcedentes y suelen ir dando barquinazos por las calles como si hubieran trasegado morapio encartonado. Eso sí, hace muchos años me apliqué el siguiente proverbio árabe: "La primera vez que tú me engañes, la culpa es tuya, pero la segunda vez, la culpa es mía".
Ahora se nos viene diciendo que la culpa de todos los males que viene padeciendo Ceuta es del Gobierno socialista. Y quien así se expresa no duda en exponer todas las carencias de esta tierra por su falta de recursos y por su condición de extrapeninsularidad. A nuestro alcalde, sin embargo, le ha faltado derramar algunas lágrimas. Por aquello de que quien no llora...
Veinte años lleva nuestro alcalde dirigiendo los destinos de esta extraordinaria ciudad. Y no creo que haya olvidado lo cicatero que fue José María Aznar con ella. Tampoco Mariano Rajoy puso mucho empeño en la tarea. Cierto es que, si atendemos a cuanto nos decía Juan Vivas, cuando regresaba de sus viajes a Madrid, don Mariano siempre acababa emocionándose por el patriotismo reinante aquí. Olvidando que los garbanzos son los que alientan el deseo de ser más español que nadie.
España es una gran nación. Verdad de Perogrullo. Y también lo es que los partidos políticos han alcanzado una vejez de dinosaurios, desde hace ya no pocos años hasta ahora. Nada tan anquilosado como ellos. En algunos casos inservibles. Nuestro alcalde suele ribetear sus discursos con imágenes patrióticas. Verbigracia: "Me duele España". Y está en su perfecto derecho. El mismo que tiene cualquier ciudadano en calificarlo de patriotero.
Veinte años lleva nuestro alcalde dirigiendo los destinos de esta extraordinaria ciudad. Y no creo que haya olvidado lo cicatero que fue José María Aznar con ella. Tampoco Mariano Rajoy puso mucho empeño en la tarea. Cierto es que, si atendemos a cuanto nos decía Juan Vivas, cuando regresaba de sus viajes a Madrid, don Mariano siempre acababa emocionándose por el patriotismo reinante aquí. Olvidando que los garbanzos son los que alientan el deseo de ser más español que nadie.
España es una gran nación. Verdad de Perogrullo. Y también lo es que los partidos políticos han alcanzado una vejez de dinosaurios, desde hace ya no pocos años hasta ahora. Nada tan anquilosado como ellos. En algunos casos inservibles. Nuestro alcalde suele ribetear sus discursos con imágenes patrióticas. Verbigracia: "Me duele España". Y está en su perfecto derecho. El mismo que tiene cualquier ciudadano en calificarlo de patriotero.
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