Vocabulario andaluz

Hoy se está celebrando el Día de Andalucía. Y, entre otras cosas, me acuerdo de haber leído cómo entre los años 1900 y 1936 perdió Andalucía una gran ocasión de elevar el habla regional a la categoría de lengua escrita literaria, como lo son otras hablas peninsulares. En esos días contábamos con un gran número de escritores de gran valía y resonancia internacional, quienes desgraciadamente, conviene reconocerlo, se avergonzaron de su lengua andaluza y no la reflejaron en sus obras. Así que los andaluces dejamos de tener, entre otras muchas cosas, una lengua vernácula, a pesar de los esfuerzos que hicieron los Hermanos Álvarez Quintero.

En mi modesta biblioteca, además de El Polémico Dialecto Andaluz, se hallan Vocabulario Andaluz de Antonio Alcalá Venceslada y El Habla de Cadiz (Pedro Manuel Payán Sotomayor). Y raro es el día en el cual yo no dedico algún tiempo de mi lectura a esa lengua que me traslada a sitios de Andalucía en los que viví distintas etapas de mi vida. Palabras que, de vez en cuando, trato de resucitar en mis escritos.

Por ejemplo. -Achararse. Azararse, y éste se deriva de azorarse, y éste a su vez indica la actitud asustada del conejo o la perdiz asustados por la presencia de un azor, ave de rapiña que les ataca. En general achararse en Andalucía significa ponerse tímido, cortarse, encontrarse acomplejado ante personas desconocidas o superiores, o cuando se teme una burla de una mujer.

Acoquinarse. -Es vocablo procedente de Huelva, donde las coquinas o almejas de orilla cuando baja la marea se esconden bajo la arena para protegerse de sus enemigos depredadores. Significa, pues, hacer lo que la coquina, o sea, esconderse, asustarse, tratar de pasar inadvertido, o simplemente "acobardarse".

Birria. -Cosa despreciable. "Esa moto es una birria." El origen es de "Birra", cerveza en italiano. Los soldados andaluces acostumbrados a buenos vinos, al llegar a Milán, donde se concentraban las tropas para Flandes, y para las campañas de Italia, tomaban la cerveza con desagrado y de ahí surgió la comparación, extensiva a cualquier género inferior en calidad.

Crudo. -Sin terminar, individuo torpe o poco hábil, sobre todo para el trato social. ¿Cómo no va a quedarse soltera Enriqueta si la pobre está cruda? "Hijo, estás crudo; estás sin terminar. En Cádiz, según vemos en el autor del XIX González Brabo poema titulado "A los toros del Puerto", crudo significaba valiente, animoso, majo. "¡Qué vivan los mozos crúos!".

Merdellón. -Sucio, grosero, ordinario. Cervantes lo recoge en "Entremés de los Mirones", como vocablo usado por la gente popular de Sevilla, dicho por una verdulera que vendía rábanos en la Costanilla.

Dinero a ganancia. -Dinero a usura. La gente pobre, que por no tener bienes propios no puede pedir un crédito al banco, se buscan para los apuros a un "matatías" o prestamista que les da dinero "a ganancia" esto es con intereses, generalmente muy elevados, y que han de pagar semanal o mensualmente.

Hacer la jarrita de plata. -Ser hipócrita, adulando a una persona para obtener favores y para ser bien quisto. Frase que le viene como anillo al dedo a todos cuantos desean recibir prebendas de nuestro querido alcalde...

Listo de Papeles. - 'Acabado'/ 'Para acabar'. "... Fulano, está pirao, está listo de papeles, está como una regadera..."

Monserga (-s).- "Repetición en el habla oral de algo de modo obstinado'. "¡Déjate ya de monsergas, Juan!".

Revientayeles. adj. Sin gracia, mala sombra. " Se presentó el revientayeles del cuñado y disolvió la reunión".

Abriero de boca. -Bostezo repetido. Somnolencia. Es lo que a casi todos los españoles nos afecta cuando algún monterilla decide discursear como si fuera el político más importante habido sobre la tierra.

Manzanillo. -Gafe. Que trae mala suerte su compañía o su presencia. "No invites a Fulano a la excursión, que ése es manzanillo, y como venga, seguro que llueve o pasa algo que nos la estropea." ¡Lagarto, lagarto!