Llevo muchos años pagando una pasta gansa a Movistar Plus. Canal que hasta hace nada nos ofrecía acontecimientos deportivos que han suprimido sin decir ni pío. Ya no podemos ver ni la Premier League ni la Euroliga de Baloncesto ni los partidos correspondientes a la Copa del Rey. Ayer, por ejemplo, para ver Real Madrid-Real Sociedad había que acceder a la plataforma de Streaming DAZN. Y quien escribe decidió, una vez más, decir que nones. Por más que el precio sea accesible.
Es la explicación que les he dado a quienes me han llamado por haber echado de menos mi opinión acerca de la victoria de la Real Sociedad en el Bernabéu. Realidad que me ha valido, además, para contrarrestar lo que muchos pensaban: que la derrota del Madrid me había afectado tanto como para desistir de escribir al respecto. También deseché la idea de hacerle el artículo al partido jugado en San Mámes. Pues a partir de las once de la noche empecé a dar cabezadas y a sentir cómo los párpados pugnaban por cortar el suministro de la visión.
Antonio Martín -padre de Antonio Martín García, periodista de la emisora Radio Ceuta de la Cadena SER-, con quien no hablaba desde hacía mucho tiempo y que sabe más que Lepe, además de quejárseme de que no me hubiera dado por destacar el triunfo del Athletic, su equipo de toda la vida, me hizo la pregunta del millón: "¿Me puedes decir cuándo escribiste el artículo sobre la endogamia que yo leí pasadas las doce de la noche de ayer?".
-Por la mañana... Pues no olvides que con el paso de los años uno es cada vez más prevenido.
Antonio Martín, con quien pegaba la hebra diariamente cuando él era propietario del Estanco San Martín, situado en El Sardinero, reconoce que opinar a toro pasado es de ventajista... Y me complace que me recuerde cuando servidor criticaba los despistes defensivos de Marcelo en contra del parecer de quienes no querían asumir la decadencia del otrora extraordinario jugador brasileño. Que era evidente.
En fin, como uno es agradecido, no dudé en felicitarlo por el triunfo de su equipo desde que vestía pantalones cortos: el Athletic. Club que ha ganado muchas finales de Copa. Sobre todo de las correspondientes al Generalísimo. La última, recibida de manos de Franco, fue en el Estadio Vicente Calderón. Ocurrió en junio de 1973. Arieta y Zubiaga fueron los autores de los goles encajados por el Cstellón. Y en ese escenario estuve yo viendo el partido junto a Héctor Núñez: buen entrenador y extraordinaria persona.
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