Juan Olmedo Alguacil

A Olmedo fue precisamente durante mis primeros años de residencia en Ceuta cuando más le traté. Conocí a Juan Olmedo en la oficina de alguien a quien no deseo mencionar. Y a partir de ese momento raro era el día en que por nuestras obligaciones laborales no coincidíamos en el mismo sitio y a la misma hora. Luego, en cuanto salíamos de aquel despacho, aprovechábamos la ocasión para hablar de cuanto creíamos conveniente o despertaba nuestro interés. Conversaciones que me permitieron tener la mejor impresión de él.    

Durante años, y debido a nuestra amistad, cuando nos cruzábamos por la calle hacíamos un alto en el camino para pegar la hebra sobre el deporte que nos chifla a los dos: el fútbol. Y sobre todo para intercambiar impresiones acerca del Madrid; nuestro equipo de siempre. Así que a veces he contado en este blog nuestros intercambios de opiniones al respecto. Pero, dado que ahora yo transito menos la calle, Juan y yo apenas nos vemos y por tanto ya no es posible que se produzca ese diálogo entre nosotros.

El motivo de escribir estas líneas se debe a que hoy Juan Olmedo ha salido a relucir durante una conversación que he mantenido con un buen amigo que también lo es de él. Y ambos le hemos hecho el artículo que merece. En mi caso, además, no he dudado en contarle el agradecimiento que le debo por la gestión que hizo como abogado cuando le requerí para que me sacara de dudas en un asunto que se había complicado y que estaba afectando a mi salud.

También aprovecho la ocasión para recordarle a Juan Olmedo que le debo una reunión, cuando él la decida, para hablar de fútbol. Pues estoy deseando saber qué piensa del actual Madrid. Si disfruta de la eficacia de Mendy; si espera que Eden Hazard rinda igual o más que lo hizo en el Chelsea; si le gusta más Vinicius o Rodrygo; si sigue creyendo que nuestro equipo necesita contratar a un central zurdo cuanto antes, y sobre todo para que haga de pitoniso en esa eliminatoria de La Liga de Campeones de la UEFA y que ya mismo habrá de enfrentar a nuestro equipo con el Manchester City.

En fin, querido amigo, que echo de menos esos intercambios de opiniones futbolísticas cuando nos cruzábamos, cada mañana, en El Paseo de la Palmeras. Y que me alegro de haber estado en ese sitio en el cual han hablado tan bien de ti. Elogios más que merecidos...