Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

martes, 28 de enero de 2020

La flor en las posaderas de Zidane


En 1968, siendo Marcel Domingo su entrenador en Primera División, el Córdoba Club de Fútbol basaba su fortaleza en el Nuevo Arcángel: donde ganarle al equipo verdiblanco era tarea que estaba al alcance de muy pocos rivales. En aquella época se contaba una anécdota que había tomado vuelo en los mentideros deportivos. La historia era la siguiente.

Había llegado a la ciudad un Obispo, vasco él, a quien le apasionaba el fútbol, y lo primero que hizo la directiva fue invitarlo al palco presidencial. Y el Excelentísimo y Reverendísimo Señor no dudó en aceptar el ofrecimiento. Sin pensar que iba a ser espectador de la primera derrota de los cordobeses. También lo fue de la segunda. Así que la autoridad eclesiástica tardó nada y menos en enterarse de que lo estaban tildando de gafe. Lo cual no deja de ser desagradable en grado extremo.

Monseñor estuvo tentado de no ir más al Arcángel. Pero pensó que faltar a la cita era como aceptar que él llevaba la mala suerte consigo. Y decidió acudir por tercera vez al palco presidencial. El Córdoba marcó el gol del triunfo cuando el partido estaba dando las boqueadas, y el Exmo. y Rvdmo. Sr. Obispo dio un brinco y exclamó: ¡Coño, yo no he sido gafe en mi vida!... A partir de ese momento, se dijo que el Señor Obispo había recobrado el sosiego que había perdido durante meses.

Válgame el hecho para hablar de esa flor en las posaderas que le achacan a Zidane como entrenador, con una insistencia rayana en la pesadez. Como si quienes  le preguntan estuvieran deseando que la ausencia de mala suerte dejara de formar parte de las cualidades que pueda atesorar el técnico francés como profesional. La buena suerte de ZZ empieza por tener la oportunidad de dirigir a un club muy grande que ha puesto a su disposición una plantilla extraordinaria. La cual está obligada a ganar, ganar y ganar...

Si yo fuera presidente de un club, amén de fichar a un entrenador con muchos conocimientos, me agradaría sobremanera que tuviera potra. Esa que suele casi siempre ponerse de parte de los equipos como Madrid, Juventus, Barcelona, Manchester City, Liverpool... Donde los entrenadores se pueden permitir el lujo de equivocarse más veces de las debidas, sin que sus errores influyan en el resultado. Puesto que siempre habrá un Benzema, un Cristiano Ronaldo, un Messi, un Kevin de Bruyne, o bien un Salah prestos a marcar las diferencias en cualquier momento.  



 











 

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