El Sevilla llegó al Bernabéu convencido de que las bajas del Madrid y la alineación anunciada por Zidane eran las más apropiadas para romper esa racha de derrotas (doce) en un estadio considerado gafe para el conjunto hispalense. Ahora o nunca... Me imagino que sería la consigna más repetida por Julen Lopetegui en las horas previas al partido. Para obtener la victoria que hubiera constituido un jalón en el historial deportivo del técnico guipuzcoano.
Y a fe que, durante muchas fases del partido, el equipo merengue dio facilidades sobradas para que hecho tan relevante se produjera. Las cuales no fueron aprovechadas por el poderoso conjunto nerviosense. La primera parte del Madrid fue mala de solemnidad. Pero los visitantes no supieron imponerse ante la endeblez mostrada por todas las líneas de su rival. A pesar de que los sevillanos eran superiores en el centro del campo. Donde Fernando y Gudelj servían de escudos a sus defensas y Banega procuraba enlazar con Munir y Vázquez y éstos con De Jong.
Cierto es que a los visitantes les faltó la incorporación atacante de Navas y Reguilón. El primero, tal vez porque temía que pudiera liársela Rodrygo en cualquier momento. Sin caer en la cuenta de que el joven brasileño estaba en Babia. Tan distraido como ajeno a cuanto acontecía a su alrededor. Rodrygo aparecío un día, deslumbró a la concurrencia, y a partir de ahí se ha ido apagando como una frágil vela. Menos mal que el tan denostado Lucas Vázquez, tras larga estancia en la enfermería, reapareció y cumplió no sólo ayudando a Modric sino que también fue el autor de un pase de gol a Casemiro en la segunda parte. El segundo, es decir, Reguilón, tuvo que apechugar con la voluntad y el espíritu de sacrificio de Lucas Vázquez.
El segundo tiempo fue mejor. Pues además de los goles comenzó a reinar la emoción porque el resultado era incierto. El primer tanto de Casemiro fue extraordinario. También el segundo fue tan magnífico como valioso. Dado que poco antes había empatado de Jong en una jugada en la que Varane se durmió en los laureles pidiendo mano de Munir en esa jugada. Por cierto, hoy Zidane decidió, acertadamente, situar a Varane en el lado izquierdo y a Eder Militao en el lado diestro. Prueba evidente de que es conocedor de que su equipo necesita fichar un central zurdo cuanto antes.
Vinicius, Benzema y Mendy sustituyeron a Jovic, Rodrygo y Marcelo. El primero dio un pase extraordinario a Casemiro que acabó en gol. Rodrygo no dio una derechas. Y Marcelo sigue defendiendo a trancas y barrancas. Sería injusto no destacar hoy cuanto hizo Vinicius durante el poco tiempo que estuvo en el terreno de juego. Se deshizo de Navas cuantas veces lo encaró. Con esa velocidad vertiginosa que tiene conduciendo el balón y desbordando contrarios. Lástima que aún siga desperdiciando ocasiones claras de gol.
En fin, que el Sevilla sumó doce más una derrota en el Bernabeú. En esta ocasión, gracias a dos goles de Casemiro. El brasileño doblegó a un Sevilla que desperdició una gran oportunidad de acabar con el gafe que le achacan los sevillistas al estadio del Madrid. Y es que así se las ponían a Fernando VII.
Cierto es que a los visitantes les faltó la incorporación atacante de Navas y Reguilón. El primero, tal vez porque temía que pudiera liársela Rodrygo en cualquier momento. Sin caer en la cuenta de que el joven brasileño estaba en Babia. Tan distraido como ajeno a cuanto acontecía a su alrededor. Rodrygo aparecío un día, deslumbró a la concurrencia, y a partir de ahí se ha ido apagando como una frágil vela. Menos mal que el tan denostado Lucas Vázquez, tras larga estancia en la enfermería, reapareció y cumplió no sólo ayudando a Modric sino que también fue el autor de un pase de gol a Casemiro en la segunda parte. El segundo, es decir, Reguilón, tuvo que apechugar con la voluntad y el espíritu de sacrificio de Lucas Vázquez.
El segundo tiempo fue mejor. Pues además de los goles comenzó a reinar la emoción porque el resultado era incierto. El primer tanto de Casemiro fue extraordinario. También el segundo fue tan magnífico como valioso. Dado que poco antes había empatado de Jong en una jugada en la que Varane se durmió en los laureles pidiendo mano de Munir en esa jugada. Por cierto, hoy Zidane decidió, acertadamente, situar a Varane en el lado izquierdo y a Eder Militao en el lado diestro. Prueba evidente de que es conocedor de que su equipo necesita fichar un central zurdo cuanto antes.
Vinicius, Benzema y Mendy sustituyeron a Jovic, Rodrygo y Marcelo. El primero dio un pase extraordinario a Casemiro que acabó en gol. Rodrygo no dio una derechas. Y Marcelo sigue defendiendo a trancas y barrancas. Sería injusto no destacar hoy cuanto hizo Vinicius durante el poco tiempo que estuvo en el terreno de juego. Se deshizo de Navas cuantas veces lo encaró. Con esa velocidad vertiginosa que tiene conduciendo el balón y desbordando contrarios. Lástima que aún siga desperdiciando ocasiones claras de gol.
En fin, que el Sevilla sumó doce más una derrota en el Bernabeú. En esta ocasión, gracias a dos goles de Casemiro. El brasileño doblegó a un Sevilla que desperdició una gran oportunidad de acabar con el gafe que le achacan los sevillistas al estadio del Madrid. Y es que así se las ponían a Fernando VII.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.