Siempre se ha dicho que para el Madrid no existen partidos amistosos ni intrascendentes. Y mucho menos si se trata de uno correspondiente a la Champions UEFA League. Tampoco conviene olvidar que la victoria está premiada con una pasta gansa: 2,5 de euros. En fin, que el equipo blanco estaba obligado a ganar a los belgas en su estadio y sobre todo a demostrar que su plantilla es tan buena como para hacer dos alineaciones y que no se echen de menos a los considerados titulares.
Pero la primera parte del equipo alineado por Zidane fue soporífera. Mala de solemnidad. A pesar de que la distribución de sus jugadores en el verde era tan correcta como ambiciosa. El 1-4-2-3-1 le permitía a Isco jugar a su aire. Y además contó desde el principio con la amabilidad de sus rivales. Quienes no le dieron la menor importancia cuando acaparaba el balón. Le dejaron que él solo se metiera en líos de regates y arabescos que siempre terminaban en nada. Menos mal que Modric decidió redoblar sus esfuerzos y aguantó junto con Casemiro las pocas embestidas de los jugadores de el Brujas.
Dos tiros a puerta fue el bagaje atacante del Madrid en el primer tiempo. Los hicieron Jovic e Isco. Vinicius y Rodrygo pasaron inadvertidos. Más el segundo que el primero. Jugando así, no cabe la menor duda de que Jovic jamás podrá ser el delantero que brillaba en Alemania por sus remates y sus goles. Eso sí, lo mejor del primer tiempo fue un comentario de Jorge Valdano. Quien cuando decide ponerse exquisito hace que me levante del sillón de la sala de estar donde suelo sentarme a ver la televisión y le dé tres hurras.
Jorge Valdano, cuyo conocimiento del fútbol es incuestionable. No en vano lo ha sido todo en el deporte rey, en ocasiones pierde el oremus y mete la pata hasta el corvejón. Por ejemplo, hay una jugada en la que Varane despeja un balón, rodeado de contrarios en el área propia, y le sale un despeje orientado. Es decir, lo que se conoce como un pase perfecto a un delantero. Y JV nos dice que lo realizado por Varane es un despeje de pueblo... Y se queda tan pancho.
El comentario de Valdano fue lo más divertido de la primera parte. La segunda fue otra cosa bien distinta. Rodrygo marcó muy pronto -minuto 52-. Y ese tanto le valió para paliar en parte su escasa participación en el juego. Empató el Brujas nada más sacarse de centro. Y el encuentro se animó algo más. Modric decidió coger la batuta y Vinicius acertó, al fin, a empujar un balón que quedó suelto en el área pequeña y batió a Mignolet.
Zinedine Zidane hizo los siguientes cambios: Brahim por Vinicius, Benzema por Jovic y Valverde por Isco. A partir de ahí Modric redobló sus esfuerzos y acabó encontrando el premio a su magnífica actuación: hizo el tercer gol con un disparo desde la media distancia. Ganó el Madrid. Aunque ofreció un juego carente de ideas. Que le habrá servido a Zidane para darse cuenta de lo que no debe hacer su equipo en Mestalla.
Pero la primera parte del equipo alineado por Zidane fue soporífera. Mala de solemnidad. A pesar de que la distribución de sus jugadores en el verde era tan correcta como ambiciosa. El 1-4-2-3-1 le permitía a Isco jugar a su aire. Y además contó desde el principio con la amabilidad de sus rivales. Quienes no le dieron la menor importancia cuando acaparaba el balón. Le dejaron que él solo se metiera en líos de regates y arabescos que siempre terminaban en nada. Menos mal que Modric decidió redoblar sus esfuerzos y aguantó junto con Casemiro las pocas embestidas de los jugadores de el Brujas.
Dos tiros a puerta fue el bagaje atacante del Madrid en el primer tiempo. Los hicieron Jovic e Isco. Vinicius y Rodrygo pasaron inadvertidos. Más el segundo que el primero. Jugando así, no cabe la menor duda de que Jovic jamás podrá ser el delantero que brillaba en Alemania por sus remates y sus goles. Eso sí, lo mejor del primer tiempo fue un comentario de Jorge Valdano. Quien cuando decide ponerse exquisito hace que me levante del sillón de la sala de estar donde suelo sentarme a ver la televisión y le dé tres hurras.
Jorge Valdano, cuyo conocimiento del fútbol es incuestionable. No en vano lo ha sido todo en el deporte rey, en ocasiones pierde el oremus y mete la pata hasta el corvejón. Por ejemplo, hay una jugada en la que Varane despeja un balón, rodeado de contrarios en el área propia, y le sale un despeje orientado. Es decir, lo que se conoce como un pase perfecto a un delantero. Y JV nos dice que lo realizado por Varane es un despeje de pueblo... Y se queda tan pancho.
El comentario de Valdano fue lo más divertido de la primera parte. La segunda fue otra cosa bien distinta. Rodrygo marcó muy pronto -minuto 52-. Y ese tanto le valió para paliar en parte su escasa participación en el juego. Empató el Brujas nada más sacarse de centro. Y el encuentro se animó algo más. Modric decidió coger la batuta y Vinicius acertó, al fin, a empujar un balón que quedó suelto en el área pequeña y batió a Mignolet.
Zinedine Zidane hizo los siguientes cambios: Brahim por Vinicius, Benzema por Jovic y Valverde por Isco. A partir de ahí Modric redobló sus esfuerzos y acabó encontrando el premio a su magnífica actuación: hizo el tercer gol con un disparo desde la media distancia. Ganó el Madrid. Aunque ofreció un juego carente de ideas. Que le habrá servido a Zidane para darse cuenta de lo que no debe hacer su equipo en Mestalla.
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