Como ustedes saben la clorofila se encuentra abundantemente en vegetales y plantas y es el pigmento que le da color a la mayoría de ellos. Aporta energía y los hay que también le atribuyen cierta dosis de clarividencia. De ahí que la espinaca haya tenido siempre tan buena reputación. A los niños de la postguerra nos daban espìnaca por un tubo. Hasta el punto de que tardabamos mucho tiempo en aceptarla cuando fuimos adultos.
Difícil era que el Español ganara en el Bernabéu. Por más que sus mejores actuaciones y resultados los hubiera conseguido lejos del RDCE Stadium. Tampoco le ofrecía garantías de éxito que su entrenador, Pablo Machín, especialista en jugar con tres centrales, le hubiera mojado la oreja al equipo merengue en dos ocasiones. Lo hizo cuando dirigía al Gerona y al Sevilla, si mal no recuerdo. Y mucho menos vistiendo el Madrid camiseta y pantalón color verde clorofila para estar a tono con lo que ha estado predicando en la capital del reino la activista climática Greta Thunberg.
Atiborrado de energías, los jugadores dirigidos por Zinedine Zidane ganaron el partido jugando a medio gas. Tratando de combatir por las bandas a los tres centrales de los 'periquitos', a su poblado medio campo y a la presión que sus delanteros trataban de hacer muy arriba. Con tan poca fe como falta de acierto. Abiertos a las bandas, como extremos a la antigua usanza, Rodrygo y Vinicíus escoltaban a Benzema. Con el fin de que David López, Bernardo y Calero perdieran el oremus teniendo que salir a los costados a cortar de raíz la velocidad de los brasileños y sus desbordes en carrera.
Todo parecía hecho a la medida de Rodrygo. De quien se esperaba lo mejor de su repertorio. Pero sucedió todo lo contrario: fue Vinícius, en esta ocasión, quien destacó sobremanera. Aunque sigue adoleciendo de falta de acierto cuando hay que rematar la jugada. Los jóvenes, llámense Vinícius, Rodrygo o cualquier otro, carecen de regularidad y por tanto no son fiables. Aunque es cierto que Zidane decidió bien: confiar en ellos durante muchos minutos. Tampoco se debería ignorar que la primera parte de Valverde no fue para enmarcarla. Ni mucho menos. Es más, se ganó un aprobado por los pelos.
El gol del Madrid, cuando ya los aficionados daban muestras de impaciencia, llegó en una jugada en la cual Varane -magnífico su partido- haciendo de palomero se encontró con un balón suelto y batió a Diego López con la pierna izquierda. Sucedió cuando la primera parte estaba dando las boqueadas. La segunda parte transcurrió por los mismos cauces. El Madrid, sobrado de energías, gracias a la clorofila que desprendía su vestimenta, logró el segundo tanto por medio de Benzema. Tras una jugada en la cual participó Valverde, y que levantó los ánimos de los comentaristas que no veían posibilidad alguna de regalarle los ditirambos de costumbre al uruguayo.
En fin, que el Español hace ya veintitrés años que no gana en el Bernabéu. Tampoco lo ha logrado hoy ante un Madrid vestido de verde clorofila y jugando a medio gas. Eso sí, el Madrid necesitará mucho más juego para competir contra Valencia, Bilbao y Barcelona. Ya sea vestido de blanco inmaculado o de verde clorofila.
Atiborrado de energías, los jugadores dirigidos por Zinedine Zidane ganaron el partido jugando a medio gas. Tratando de combatir por las bandas a los tres centrales de los 'periquitos', a su poblado medio campo y a la presión que sus delanteros trataban de hacer muy arriba. Con tan poca fe como falta de acierto. Abiertos a las bandas, como extremos a la antigua usanza, Rodrygo y Vinicíus escoltaban a Benzema. Con el fin de que David López, Bernardo y Calero perdieran el oremus teniendo que salir a los costados a cortar de raíz la velocidad de los brasileños y sus desbordes en carrera.
Todo parecía hecho a la medida de Rodrygo. De quien se esperaba lo mejor de su repertorio. Pero sucedió todo lo contrario: fue Vinícius, en esta ocasión, quien destacó sobremanera. Aunque sigue adoleciendo de falta de acierto cuando hay que rematar la jugada. Los jóvenes, llámense Vinícius, Rodrygo o cualquier otro, carecen de regularidad y por tanto no son fiables. Aunque es cierto que Zidane decidió bien: confiar en ellos durante muchos minutos. Tampoco se debería ignorar que la primera parte de Valverde no fue para enmarcarla. Ni mucho menos. Es más, se ganó un aprobado por los pelos.
El gol del Madrid, cuando ya los aficionados daban muestras de impaciencia, llegó en una jugada en la cual Varane -magnífico su partido- haciendo de palomero se encontró con un balón suelto y batió a Diego López con la pierna izquierda. Sucedió cuando la primera parte estaba dando las boqueadas. La segunda parte transcurrió por los mismos cauces. El Madrid, sobrado de energías, gracias a la clorofila que desprendía su vestimenta, logró el segundo tanto por medio de Benzema. Tras una jugada en la cual participó Valverde, y que levantó los ánimos de los comentaristas que no veían posibilidad alguna de regalarle los ditirambos de costumbre al uruguayo.
En fin, que el Español hace ya veintitrés años que no gana en el Bernabéu. Tampoco lo ha logrado hoy ante un Madrid vestido de verde clorofila y jugando a medio gas. Eso sí, el Madrid necesitará mucho más juego para competir contra Valencia, Bilbao y Barcelona. Ya sea vestido de blanco inmaculado o de verde clorofila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.