Juan Vivas, bien asesorado por Luis Vicente Moro, irrumpió en la política en el momento preciso y revestido de un modo de ser que le valió para llevarse a la gente de calle. Dado que el candidato a la presidencia de la Ciudad carecía del atractivo físico como arte de seducción pública, por razones obvias, decidió mostrarse con la humildad como banderín de enganche. Humildad de garabato, acompañada de saludos ostentosos y abrazos virtuales.
Así que muy pronto encandiló a la concurrencia. Daba gusto ver a la primera autoridad de Ceuta transitar la calle, desde el Palacio de la Asamblea hasta el edificio de la Delegación del Gobierno, acompañado por un séquito que no se cansaba de jalearlo hasta la náusea. Diciéndole a cada paso: "Juan, tú eres el más grande". Y Juan, tras salir a los medios para agradecer los ditirambos, continuaba su paseíllo por la Gran Vía, todo telendo.
La primera autoridad de esta ciudad, bien asesorada, aprovechó la ocasión para hacerse con los servicios de una clientela que le ha mantenido en la cresta de la ola durante muchísimos años. Clientelismo fiel... Hasta el extremo de que votaban más al personaje que a las siglas. Tendencia que se ha ido desinflando con el paso del tiempo. Y las urnas, claro es, han ido dando pruebas palpables de lo que decimos.
Hace nada los votantes decidieron no otorgarle mayoría absoluta como presidente del Gobierno ceutí. Y ahí está cogido entre alfileres por un Partido Socialista que ha pagado caro semejante ayuda. Luego, su apoyo como presidente del PP -en Ceuta- a los candidatos de su partido en las elecciones Generales, pasadas y presentes, ha sido nefasto para ellos. Y a los hechos me remito: se han visto desbordados por el PSOE y sobre todo por VOX. Derrota clamorosa.
Juan Vivas, cuando le han preguntado al respecto, ha apelado a la reflexión sobre lo acontecido. Vamos, que ha empleado la táctica del pescado... La cual consiste en ser resbaladizo y no decir gran cosa. Sobre todo cuando se tiene la certeza de que gran parte de los fracasos electorales del PP le corresponden a él como presidente de la Ciudad y de su partido.
La primera autoridad de esta ciudad, bien asesorada, aprovechó la ocasión para hacerse con los servicios de una clientela que le ha mantenido en la cresta de la ola durante muchísimos años. Clientelismo fiel... Hasta el extremo de que votaban más al personaje que a las siglas. Tendencia que se ha ido desinflando con el paso del tiempo. Y las urnas, claro es, han ido dando pruebas palpables de lo que decimos.
Hace nada los votantes decidieron no otorgarle mayoría absoluta como presidente del Gobierno ceutí. Y ahí está cogido entre alfileres por un Partido Socialista que ha pagado caro semejante ayuda. Luego, su apoyo como presidente del PP -en Ceuta- a los candidatos de su partido en las elecciones Generales, pasadas y presentes, ha sido nefasto para ellos. Y a los hechos me remito: se han visto desbordados por el PSOE y sobre todo por VOX. Derrota clamorosa.
Juan Vivas, cuando le han preguntado al respecto, ha apelado a la reflexión sobre lo acontecido. Vamos, que ha empleado la táctica del pescado... La cual consiste en ser resbaladizo y no decir gran cosa. Sobre todo cuando se tiene la certeza de que gran parte de los fracasos electorales del PP le corresponden a él como presidente de la Ciudad y de su partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.