Uno de los síntomas más preocupantes del estado actual de la democracia es la animadversión existente contra los políticos. A los que se les considera tan ineptos como corruptos. De poco sirve escudarse en que no todos son iguales. Verdad incuestionable. Pero que no impide pasar por alto las fatales consecuencias que el hecho tiene para la estabilidad del orden político establecido.
Tan grande es el disgusto de los ciudadanos como para no descartar que éstos decidan votar cada vez menos. Amenaza que flotaba en el ambiente y que hoy se ha hecho realidad. Pues no en vano estaban hasta los mismísimos de elecciones: la cuarta en cuatro años. Y por lo que sabemos, cuando son las nueve de la noche, volvemos a estar en las mismas condiciones. Es decir, que formar Gobierno será una tarea ardua.
En estos momentos, cuando la indignación de los españoles va subiendo de tono, no tengo más remedio que acordarme de quienes añoran la República. A todos ellos, aunque tengan todo el derecho del mundo a no ver con buenos ojos la Monarquía, les digo lo siguiente: Afortunadamente aquí no la hay. Pues si a las elecciones a diputados, a senadores, a concejales, autonómicas, sindicales, etc., añadiéramos la de presidente, nos pasábamos la vida votando y gastando dinero.
El panorama político sigue siendo demencial. Pues ningún partido ha sido capaz de obtener los votos suficientes para formar Gobierno sin necesidad de pactos. Es más, el tan deseado pluripartidismo está evidenciando que en España funciona mal. Muy mal. Y a los hechos me remito: si no ocurre un milagro, es casi imposible que haya partidos capaces de desbloquear la situación. Lo cual significa que reinará, una vez más, la ingobernabilidad y aumentará la corrupción.
En fin, que el Partido Obrero Socialista decidió jugar a la ruleta rusa y por poco termina suicidándose. Que el Partido Popular no acaba de convencer mayoritariamente. Que Ciudadanos se ha estrellado... Que Unidas Podemos ha salvado los muebles. Y que el gran triunfador ha sido VOX. Cuya irrupción en la política puede catalogarse de triunfadora. Y que los partidos nacionalistas siguen teniendo cartas con las que jugar. O sea, que volvemos al punto de salida. Mala noticia...
En fin, que el Partido Obrero Socialista decidió jugar a la ruleta rusa y por poco termina suicidándose. Que el Partido Popular no acaba de convencer mayoritariamente. Que Ciudadanos se ha estrellado... Que Unidas Podemos ha salvado los muebles. Y que el gran triunfador ha sido VOX. Cuya irrupción en la política puede catalogarse de triunfadora. Y que los partidos nacionalistas siguen teniendo cartas con las que jugar. O sea, que volvemos al punto de salida. Mala noticia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.