Pegando la hebra con un socialista de toda la vida

Escribir del PSOE de Ceuta es exponerse a que si no le gusta la crítica a Manuel Hernández, secretario general, éste decida llevarte al juzgado. Lo que no sé es cómo Fátima Hamed se ha atrevido a hablar sobre los planes de empleo, conociendo cómo se las gasta alguien que lleva dos días y medio en un partido centenario. Son palabras de un socialista de toda la vida.

Trato de calibrar, en pocos segundos, si lo dicho por mi interlocutor es para que me pronuncie acerca de Fatima Hamed o bien le exprese lo que yo pienso acerca de su secretario general. Y decido responderle así: a mí me cae muy bien la dirigente y portavoz del Movimiento por la Dignidad y Ciudadanía (MDyC). Vamos, que goza de mis simpatías desde hace la tira de tiempo.

La respuesta del socialista de toda la vida llegó con celeridad.

-Sospecho que Manuel Hernández te cae muy mal...

-Te equivocas. A mí Manuel Hernández no me cae ni bien ni mal. Con él me pasa lo mismo que con Juan Vivas: que critico sus actuaciones o declaraciones como político. Ahora bien, mentiría si no te dijera que yo, en caso de que tuviera que elegir a uno de ellos para conversar de manera relajada, escogería, sin duda alguna, a Vivas.

El veterano socialista, metido ya en faena, me pregunta si yo creo que su partido volverá a ganar las elecciones generales en Ceuta, como ocurrió el 28 de abril, tras haber estado treinta años sin ganarlas.

Guardo el justo silencio, acompañado de un ligero carraspeo, antes de contarle lo que se dice en la calle: quienes votaron a los socialistas en las elecciones generales y autonómicas, no lo hicieron para que éstos se pusieran a disposición del PP en la ciudad. A todos ellos, cuando comience la campaña electoral, los dirigentes socialistas deberán convencerles de que están equivocados. Y no digo lo que pienso, no sea que a alguien le dé por citarme en el juzgado. Y uno, la verdad sea dicha, ya no está en condiciones de pasar por ese trance tan desagradable.