Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 20 de octubre de 2019

Opiniones futbolísticas


Jorge Bernardo Griffa

En la previa del Atlético-Valencia celebrado ayer, Mónica Naranjo tuvo el buen gusto de hacerle unas preguntas a Jorge Bernardo Griffa. Una leyenda del fútbol argentino y del Atlético de Madrid. Sigue conservando Griffa, a sus 84 años, la misma prestancia con la que paseaba por la calle de Alcalá, con su pañuelo al cuello, tras haber estado en las oficinas del conjunto rojiblanco, situadas en una casa de la calle del Barquillo. En la cual olía, todo hay que decirlo, a meada de gato y a cocido madrileño. Corría la temporada 63-64 cuando los hermanos Báez -extremeños- me presentaron a su paisano Vicente Medina, futbolista del equipo colchonero. A Medina nunca se le caía de la boca el nombre de Griffa. De quien decía que siempre estaba presto a la ayuda de cualquier compañero. A pesar de que en el campo imponía su autoridad sin contemplaciones.

James Rodríguez

El colombiano nunca ha sido 'bienquisto' por parte de los medios deportivos. Nunca gozó de buen cartel, salvo raras excepciones, entre los plumíferos de la cosa. Ni tampoco contó con el beneplácito de Zidane. Si continúa en el Madrid es porque se han dado las circunstancias apropiadas para que ese hecho se haya producido. Pero su entrenador sigue mirándolo por encima del hombro. Hasta el punto de que la misión que le encomienda parece concebida para que James sufra lo indecible y no rinda en la medida que podría hacerlo como mediapunta. Es inconcebible que a un futbolista de sus condiciones física y técnicas se le haga jugar por la banda derecha en plan de subir y bajar como si tuviera siete pulmones. Teniendo a Odriozola, además, como defensa a quien hay que ayudarle constamente por sus deseos de atacar por sistema. James fue el único que tuvo clarividencia en el centro del campo en Son Mox. Eso sí, le achacan abulia defensiva en el gol del Mallorca. Pero se olvidan de que los centrales del Madrid y Casemiro no fueron capaces de bascular hacia ese lado. Y mucho menos se atreven a decir a voz en cuello que Ramos no está en su mejor momento.

Real Madrid Televisión.

Vi la previa del partido con el Mallorca en ese canal. A sabiendas, una vez más, de que quienes hacen el programa están obligados a cumplir con la línea editorial del medio. La cual no es otra que airear las grandezas del club y naturalmente del equipo. Nada que objetar. Pues así funcionan los medios de comunicación en todos los sentidos. Ahora bien, que echen mano del incensiario por sistema y de manera contraproducente no creo que ayude a mejorar la historia del mejor equipo del mundo. Verbigracia, ayer, cuando hablaban de las bajas habidas en el equipo, que eran muchas, inmediatamente nos recordaban que la plantilla era tan buena -y llevan razón- que Zidane podía permitirse el lujo de hacer un once con plenas garantías de éxito. Uno de los comentaristas quiso explicar de qué modo los jugadores elegidos por el entrenador se situarían en el terreno de juego y con qué misiones. Y pidió la opinión de Roberto Carlos. Y, quien fue tan extraordinario futbolista, respondió, más o menos, que tales jugadores no necesitaban lecciones tácticas de ningún tipo. Que bastaba  con que sacaran a relucir su categoría en el terreno de juego. Y así lo hicieron... La cual no fue suficiente. Pues fueron derrotados por un equipo en cuya alineación había seis jugadores procedentes de la Segunda División B.







  




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