Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 16 de septiembre de 2019

El VAR y el ambiente del Villamarín


Cada vez son más los entrenadores que reniegan del VAR. Y lo vienen haciendo tanto si les perjudica como si les favorece. Pronto serán tachados de oponerse por inercia a toda novedad que ofrezca algo útil -misoneísmo recalcitrante- por parte de cuantos celebran las novedades -neofilia- por todo lo alto. En mi caso, tengo muy claro que tiempos pasados nunca fueron mejores. Pero debo decir que El VAR deja mucho que desear en no pocas ocasiones.

Por cierto, tengo publicado en 2005 lo que pensaba al respecto Joâo Havelange: millonario brasileño y presidente de la FIFA durante  muchos años. El magnate estaba convencido de que los fallos de los árbitros eran los que propiciaban, mayormente, que los aficionados siguieran hablando del partido al día siguiente. Y que no convenía, bajo ningún concepto, matar la gallina de los huevos de oro de la pasión entre quienes continuaban discutiendo sobre el partido en sus respectivos trabajos. El VAR es un cachivache que aún no ha sido aceptado por muchísimos profesionales.

Me agrada sobremanera ver los partidos del Betis en el Villamarín. Escenario que se pone lleno a reventar. Abarrotado. A tente bonete, como suelen decir los cordobeses. Ayer, una vez más, acudí presto a sentarme ante el televisor para ver al equipo verdiblanco contra el Getafe entrenado por José Bordalás. De quien llevo varias temporadas diciendo que es uno de los entrenadores más destacados de nuestro fútbol.

Lo que no entiendo es la causa por la que sus compañeros de profesión tienen siempre palabras negativas contra la forma de actuar del 'Geta'. Equipo de clase media tirando a baja pero capaz de plantarle cara a todos sus tivales.  Obras son amores. Tal vez sea que el carácter del técnico alicantino no es muy dado a dorarle la píldora a nadie.

También quiero aprovechar la ocasión para decir que la actuación como comentarista de Julio Maldonado, más conocido por Maldini, mejora indudablemente cuando no tiene como narrador a Carlos Martínez. Cuyas narraciones interminables, acompañadas de gritos estentóreos, nos acelera, nos irrita, nos pone al borde de la histeria. Vamos, que logra descentrarnos. 



















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