Desde hace años se viene hablando más de Sergio Ramos que del Madrid. Lo cual no deja de ser un disparate que no beneficia al club. Ni tampoco al jugador. Quien, dado que es el "Gran Capitán", aprovecha cualquier ocasión para hacerse notar en los medios. Como si estar de permanente actualidad fuera para él lo más importante de su carrera. Y, claro es, no deja de recibir criticas ásperas, agrias...
Sergio Ramos pasará a la historia como un ganador. Sería de necio no reconocerlo. Pues lo avalan sus logros. Tantos como para rendirse a la evidencia. Pero también se pecaría de majadero si no se resaltaran sus meteduras de pata y sus deficiencias como defensa. Las cuales han sido, y siguen siendo, tan claras, como para que las hubiera ido corrigiendo. Tiempo ha tenido.
Muchas han sido las veces que yo he opinado acerca de los privilegios que ha obtenido SR por parte del Madrid. No habría sitio aquí para enumerarlos detalladamente. Sabedores en su club que esa palabra separa, divide, y que hace distingos. Craso error. Que ha venido propiciando entre los componentes de la plantilla la creencia de que el jugador andaluz es el primero en la pirámide de los éxitos y, por tanto, merecedor de cuanto a él se le antoje hacer o decir.
Sergio Ramos lleva ya muchas temporadas actuando como central en el lado siniestro. Dando muestras visibles de que en esa demarcación todos sus defectos se agrandan en la misma medida que sus rivales se animan a transitar por esa zona donde reina la debilidad. Pues ni siquiera con el paso de los años ha aprendido a colocarse en el sitio adecuado para ocultar su fragilidad como defensa diestro que ejerce en el lado izquierdo. Algo que siguen obviando tanto los periodistas como los técnicos empleados como comentaristas.
'El Gran Capitán' del Madrid y de la Selección Española, sin embargo, siempre ha tratado de redimir sus fallos -como defensa- buscando siempre a la desesperada el remate, sobre todo con la cabeza, en faltas y saques de esquina. Y a fe que esa decisión le ha salvado su carrera. Marcando goles decisivos en finales de tronío. Aunque me voy a permitir decir lo siguiente: es más fácil para un defensa rematar de cabeza que defender con ella. En el primer caso, cuenta con la ventaja de tomar impulso. En la segunda, lo ha de hacer, muchas veces, desde la posición de parado.
Sergio Ramos seguirá defendiendo cada vez peor en el lado izquierdo. Por razones obvias. Y fallará más veces de las debidas. Eso sí, no cejará en su empeño de lograr goles a balón parado. Aunque también le conviene, por el bien de su equipo, no atacar por sistema. Y sobre todo evitar el protagonismo innecesario y que ya no necesita.
Muchas han sido las veces que yo he opinado acerca de los privilegios que ha obtenido SR por parte del Madrid. No habría sitio aquí para enumerarlos detalladamente. Sabedores en su club que esa palabra separa, divide, y que hace distingos. Craso error. Que ha venido propiciando entre los componentes de la plantilla la creencia de que el jugador andaluz es el primero en la pirámide de los éxitos y, por tanto, merecedor de cuanto a él se le antoje hacer o decir.
Sergio Ramos lleva ya muchas temporadas actuando como central en el lado siniestro. Dando muestras visibles de que en esa demarcación todos sus defectos se agrandan en la misma medida que sus rivales se animan a transitar por esa zona donde reina la debilidad. Pues ni siquiera con el paso de los años ha aprendido a colocarse en el sitio adecuado para ocultar su fragilidad como defensa diestro que ejerce en el lado izquierdo. Algo que siguen obviando tanto los periodistas como los técnicos empleados como comentaristas.
'El Gran Capitán' del Madrid y de la Selección Española, sin embargo, siempre ha tratado de redimir sus fallos -como defensa- buscando siempre a la desesperada el remate, sobre todo con la cabeza, en faltas y saques de esquina. Y a fe que esa decisión le ha salvado su carrera. Marcando goles decisivos en finales de tronío. Aunque me voy a permitir decir lo siguiente: es más fácil para un defensa rematar de cabeza que defender con ella. En el primer caso, cuenta con la ventaja de tomar impulso. En la segunda, lo ha de hacer, muchas veces, desde la posición de parado.
Sergio Ramos seguirá defendiendo cada vez peor en el lado izquierdo. Por razones obvias. Y fallará más veces de las debidas. Eso sí, no cejará en su empeño de lograr goles a balón parado. Aunque también le conviene, por el bien de su equipo, no atacar por sistema. Y sobre todo evitar el protagonismo innecesario y que ya no necesita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.