Por si acaso usted no lo sabe, lo cual me parecería extraño, 'El Iceberg' es un programa de Radio Marca, dirigido por Rafa Sahuquillo, quien trata de sacarle a los deportistas los detalles menos conocidos de su carrera. Debo confesar, cuanto antes, que nunca he escuchado el programa. Pero sí he leído en Marca lo que ha dicho Paco Buyo en relación con su escasa participación en la Selección Española.
El titular de la entrevista es el siguiente: "Clemente prefirió llevar a la Selección a porteros que conmigo eran suplentes del Madrid". Buyo también carga contra Luis Suárez por el mismo motivo, acusándole de escasa valentía, debido a que en esos momentos estaba muy de actualidad su enfrentamiento con Futre. Y redondea su defensa de tal guisa: "Mi venganza era ser titular en el Madrid y ganar títulos siendo una pieza importante para conseguirlos. Pero sólo había un señor que creía que yo no podía ir a la selección".
Paco Buyo me fue recomendado a mí en la temporada 75-76 por Amador Cortés. Su valedor -nacido en Betanzos, al igual que Buyo- había sido jugador del Deportivo de la Coruña, Atlético de Madrid, Sporting de Braga y Mallorca. Cuando yo lo conocí era un hostelero de fama gracias a que era propietario de la Casa Gallega: restaurante donde se daban cita todas las figuras de la época. No hace falta decir el poder que atesoraba mi siempre recordado Amador.
Paco Buyo estaba a punto de cumplir 18 años. Era un chaval educado y muy trabajador. Y tuvo la suerte de que yo le designara a Jaime Turró -segundo entrenador- como técnico permanente para que fuera limando sus puntos débiles: el principal era mostrarse incapaz de hacerse fuerte en el área pequeña. Por su escasa fiabilidad en los balones por alto que le llegaban de frente o desde los costados. Deficiencia que estaba obligado a superar para convertirse en una figura, debido a que atesoraba otras cualidades.
Verbigracia: su facilidad de movimiento era inconcebible. Tenía agilidad de felino. Y sobre todo era un portero capacitado para destacar en el fútbol que se avecinaba. Es decir, sabía jugar con los pies y sus saques orientados eran pases perfectos para los delanteros mejor situados. Amador, además de ser su padrino y paisano, no cesaba de darme la tabarra para que yo prescindiera de Alfonso García, titular en la portería, y pusiera a Buyo.
Dado que el propietario de la Casa Gallega tenía mucha ascendencia en los medios de comunicación, raro era el día en que los periodistas no me acusaban de tenerla tomada con el joven cancerbero gallego. Recuerdo, como si fuera hoy, que, lesionado Alfonso García, cuando nos tocaba jugar un partido contra el Levante, en Valencia, Buyo actuó y los dos goles del equipo levantino los consiguió su delantero centro en el área pequeña. Los marcó de cabeza. Ante la pasividad de nuestro portero. Y así le ocurrió en los dos o tres partidos siguientes.
Fue entonces cuando le dije a mi amigo Amador: si no se hace fuerte en el área pequeña, no creo que la carrera de Buyo sea ascendente. Y los comentarios contra mí se dispararon. Paco Buyo pasó por la S D Huesca, Deportivo de la Coruña y Sevilla. Y acabó siendo traspasado al Madrid. En todos esos equipos destacó sobremanera con sus cualidades: agilidad, sentido de la colocación y magnífico juego con los pies. Pero nunca logró hacerse fuerte en los balones por alto. Pues en ese menester 'cantaba' mejor que Pansequito... Que ya es decir.
Por consiguiente, y debido a que yo tenía por entonces amistades en el seno de la Selección Española, me consta que Clemente prescindía de él porque no era partidario de los porteros que jugaban atados al larguero. Y me imagino que Luis Suarez sería del mismo parecer. Y lo hacían a pesar de que Buyo fuera titular en el Madrid y ganador de títulos. Tampoco conviene olvidar a quienes dicen que PB tuvo la suerte de sustituir a Francisco Ruiz Brenes, de sobrenombre Superpaco, en el Sevilla, debido a una bronca del guardameta nacido en la Isla de León, con un directivo del conjunto hispalense.
El titular de la entrevista es el siguiente: "Clemente prefirió llevar a la Selección a porteros que conmigo eran suplentes del Madrid". Buyo también carga contra Luis Suárez por el mismo motivo, acusándole de escasa valentía, debido a que en esos momentos estaba muy de actualidad su enfrentamiento con Futre. Y redondea su defensa de tal guisa: "Mi venganza era ser titular en el Madrid y ganar títulos siendo una pieza importante para conseguirlos. Pero sólo había un señor que creía que yo no podía ir a la selección".
Paco Buyo me fue recomendado a mí en la temporada 75-76 por Amador Cortés. Su valedor -nacido en Betanzos, al igual que Buyo- había sido jugador del Deportivo de la Coruña, Atlético de Madrid, Sporting de Braga y Mallorca. Cuando yo lo conocí era un hostelero de fama gracias a que era propietario de la Casa Gallega: restaurante donde se daban cita todas las figuras de la época. No hace falta decir el poder que atesoraba mi siempre recordado Amador.
Paco Buyo estaba a punto de cumplir 18 años. Era un chaval educado y muy trabajador. Y tuvo la suerte de que yo le designara a Jaime Turró -segundo entrenador- como técnico permanente para que fuera limando sus puntos débiles: el principal era mostrarse incapaz de hacerse fuerte en el área pequeña. Por su escasa fiabilidad en los balones por alto que le llegaban de frente o desde los costados. Deficiencia que estaba obligado a superar para convertirse en una figura, debido a que atesoraba otras cualidades.
Verbigracia: su facilidad de movimiento era inconcebible. Tenía agilidad de felino. Y sobre todo era un portero capacitado para destacar en el fútbol que se avecinaba. Es decir, sabía jugar con los pies y sus saques orientados eran pases perfectos para los delanteros mejor situados. Amador, además de ser su padrino y paisano, no cesaba de darme la tabarra para que yo prescindiera de Alfonso García, titular en la portería, y pusiera a Buyo.
Dado que el propietario de la Casa Gallega tenía mucha ascendencia en los medios de comunicación, raro era el día en que los periodistas no me acusaban de tenerla tomada con el joven cancerbero gallego. Recuerdo, como si fuera hoy, que, lesionado Alfonso García, cuando nos tocaba jugar un partido contra el Levante, en Valencia, Buyo actuó y los dos goles del equipo levantino los consiguió su delantero centro en el área pequeña. Los marcó de cabeza. Ante la pasividad de nuestro portero. Y así le ocurrió en los dos o tres partidos siguientes.
Fue entonces cuando le dije a mi amigo Amador: si no se hace fuerte en el área pequeña, no creo que la carrera de Buyo sea ascendente. Y los comentarios contra mí se dispararon. Paco Buyo pasó por la S D Huesca, Deportivo de la Coruña y Sevilla. Y acabó siendo traspasado al Madrid. En todos esos equipos destacó sobremanera con sus cualidades: agilidad, sentido de la colocación y magnífico juego con los pies. Pero nunca logró hacerse fuerte en los balones por alto. Pues en ese menester 'cantaba' mejor que Pansequito... Que ya es decir.
Por consiguiente, y debido a que yo tenía por entonces amistades en el seno de la Selección Española, me consta que Clemente prescindía de él porque no era partidario de los porteros que jugaban atados al larguero. Y me imagino que Luis Suarez sería del mismo parecer. Y lo hacían a pesar de que Buyo fuera titular en el Madrid y ganador de títulos. Tampoco conviene olvidar a quienes dicen que PB tuvo la suerte de sustituir a Francisco Ruiz Brenes, de sobrenombre Superpaco, en el Sevilla, debido a una bronca del guardameta nacido en la Isla de León, con un directivo del conjunto hispalense.
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