No hace falta que les diga que es el Consejero de Hacienda, Industria y Energía de la Junta de Andalucía. Pues su popularidad es ya más que notable. Mucho más -¡dónde va a parar!- que cuando llegó a Jaén, procedente de Palma de Mallorca, para jugar al fútbol sala, como portero, en el Jaén Paraíso Interior, equipo recién ascendido a Primera División. En 1997.
Juan Bravo Baena arribó a Ceuta para ejercer como funcionario. No en vano es experto en Derecho Tributario y lucha contra el fraude fiscal. Es decir, Inspector de Hacienda... Un buen día le dio por afiliarse al Partido Popular. Y tardó nada y menos en ir en las listas como candidato al Congreso de los Diputados por Ceuta. Su debut fue de salida a hombros por la puerta grande de las elecciones.
Triunfo que alegró a sus amigos en la misma medida que hizo torcer el gesto de quienes vieron en él cualidades sobradas para aspirar a la presidencia del gobierno de Ceuta. De modo que la envidia, tan vilipendiada por Quevedo, surgió inmediatamente. A pesar de que les era imposible no reconocerle a JBB su formación académica, experiencia profesional y una sencillez natural que le permitía ganar adeptos con celeridad.
Así estaban las cosas en Ceuta, cuando a Juan Bravo Baena le propusieron ser Consejero de Hacienda, Industria y Energía de la Junta de Andalucía. Y no dudó en aceptar el cargo. Puesto relevante y preñado de dificultades. Desde entonces he seguido sus pasos... Bien leyendo lo que se escribía sobre él o se decía en los medios hablados. Y deduje que el mallorquín se estaba metiendo en el bolsillo a tirios y troyanos.
Juan Bravo (con la aprobación de los presupuestos andaluces, gracias a sus conversaciones con los dirigentes de VOX) se ha convertido en un político de fuste. Con esos acuerdos, además de haber salido del envite sin merma alguna, Bravo ha demostrado que se puede negociar con ese partido sin perder ni la compostura ni el tino. De ahí que la efusividad con que Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, abrazó a su compañero y Consejero de Hacienda, nada más producirse el ya reseñado acuerdo, siga siendo hecho muy destacado.
Así estaban las cosas en Ceuta, cuando a Juan Bravo Baena le propusieron ser Consejero de Hacienda, Industria y Energía de la Junta de Andalucía. Y no dudó en aceptar el cargo. Puesto relevante y preñado de dificultades. Desde entonces he seguido sus pasos... Bien leyendo lo que se escribía sobre él o se decía en los medios hablados. Y deduje que el mallorquín se estaba metiendo en el bolsillo a tirios y troyanos.
Juan Bravo (con la aprobación de los presupuestos andaluces, gracias a sus conversaciones con los dirigentes de VOX) se ha convertido en un político de fuste. Con esos acuerdos, además de haber salido del envite sin merma alguna, Bravo ha demostrado que se puede negociar con ese partido sin perder ni la compostura ni el tino. De ahí que la efusividad con que Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, abrazó a su compañero y Consejero de Hacienda, nada más producirse el ya reseñado acuerdo, siga siendo hecho muy destacado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.