Conclusiones sobre el casting de Zidane

Desde que Zidane regresó al Madrid con objeto de examinar a cada componente de la plantilla a fin de darles su bendición o indicarles la puerta de salida, ha transcurrido el tiempo suficiente para que yo haya ido sacando conclusiones desde ese sitio privilegiado que es ver los partidos sentado en cómodo sillón de la salita de estar de mi casa. Sin que nadie me distraiga ni trate de hacerme comulgar con ruedas de molino. Que bastante tengo ya con soportar a veces los comentarios de glosadores cuyas parcialidades son manifiestas. 

Empezaré por referirme al entrenador. No sé por qué me da a mí en las pituitarias que a medida que ha ido avazando el casting ha ido aumentando su incapacidad de pensar con claridad. Lo cual no sería ilógico. Pues la tarea emprendida por ZZ es de las que pueden llegar a obnubilar al técnico más reputado. No en vano se trata de quedarse con los mejores, según su criterio y estilo de juego que desee implantar, y prescindir de otros que podrían triunfar en cualquier otro club de los considerados grandes.

Parece ser que los primeros descartes confirmados por ZZ tienen ya nombres propios. Son Gareth Bale, Marcos Llorente y Ceballos. Del galés puede decirse que ha sido fundamental en partidos de gran trascendencia. Debido a que marcó goles que fueron decisivos para obtener logros sumamente importantes. Aunque hay que reconocer que jamás fue capaz de mantener la regularidad exigible a un futbolista pagado a precio de oro. No descartaría, bajo ningún concepto, que el galés acabara reverciendo sus lauros en otro equipo.  

Dani Ceballos se ha quedado a mitad de camino en esa carrera extraordinaria que le vaticinaban cuando fichó por el Madrid. O sea, que no ha dado la talla. En ocasiones, cuando las dudas se cernían acerca del rendimiento del futbolista utrerano, debido a ese excederse en regates y conducciones estériles, me venía a la memoria el nombre de Luis del Sol: extremo convertido en centrocampista y que fue capaz de emplearse con la utilidad que demandaba la demarcación y su extraordinaria condición física. Ese cambio, que bien pudo obrarse en Ceballos, no se produjo.

Marcos Llorente. La confirmación de su baja ha causado sorpresa y disgusto en gran parte del madridismo. Quien escribe no la esperaba. Tal vez porque anduve mucho tiempo siguiendo sus actuaciones en el Alavés. Y bien pronto me percaté de que atesoraba casi todas las cualidades que ha de tener un mediocentro moderno. Cualidades que redundaban en una condición inmejorable para ser un futbolista destacado en el Madrid. Aquí no cabe decir que era un desconocido para ZZ. Pues Llorente había estado ya bajo las órdenes de Zidane en el Castilla. Tal vez sea una decisión precipitada del francés. Y que puede lamentar.

Isco y Marcelo han estado a tan baja altura como para ganarse la ira de los madridistas. Sin embargo, hasta el momento, su entrenador no ha dicho esta boca es mía. Es más, cuando le han preguntado al respecto se ha deshecho en elogios hacia ellos. Evidenciando una seguridad pasmosa en llevar a cabo la recuperación de ambos. Lo cual  hace pensar en que seguirán formando parte de la plantilla que tiene en mente Zidane. Ojalá acierte. Como asimismo deberá hacerlo al recomendar los nuevos fichajes. Tarea ímproba, agotadora, difícil... Pero tan extraordinaria como bien remunerada.