Alguien dijo que el mito no es más que la pùesta en movimiento de la imaginación del hombre ante un objeto que aparece como maravilloso o intrigante. En este sentido, cada época constituye sus mitos exclusivos, que circulan universalmente: se le otorga carácter fabuloso a algo o alguien a quien gran parte de la sociedad deífica.
La diferencia con los mitos clásicos es que no perduran, sino que caducan con la época. Podríamos enumerar nombres de mitos. Pero hoy toca referirse a un personaje que lo ha logrado marcando goles en momentos decisivos y en partidos donde ganar significaba alcanzar la máxima gloria deportiva. Se trata de Sergio Ramos. A quien un canutazo periodístico sitúa fuera del Madrid por deseo propio.
En principio, lo prudente es poner en cuarentena semejante chivatazo. Porque uno tiene la impresión de que está atiborrado de intereses encontrados... Cierto es que -lo dijimos en su momento- el desencuentro entre Ramos y Florentino Pérez dejó heridas que tardarán en cicatrizar. Tampoco es descartable que el presidente se percatara ya de que el capitán había traspasado los límites correspondientes a su cargo. Por otorgarse atribuciones que no le corresponden.
Semejante proceder del capitán del Madrid ha sido manifiesto. Tan evidente como para que quien escribe denunciara a veces, muchas veces, el problema que acarrea en una plantilla el que alguien goce de privilegios que les son negados a los de más. Ventajas que han sido palpables. Y que se han consentido mientras que los éxitos parecían no tener fecha de caducidad. Así que Ramos -si acaso su salida del Madrid no se produce- deberá saber el terreno que pisa. Que ya es pantanoso para sus intereses.
De cualquier manera, y al margen de lo ya reseñado, sigo insistiendo en que a Ramos le vendría más que bien en lo concerniente al apartado exclusivamente futbolístico que el entrenador le concediera la oportunidad, como hizo Luis Enrique en la Selección, de jugar como central diestro. Sería, sin duda alguna, el mejor remedio para que su rendimiento, en el último tramo de su carrera, fuera el mejor posible. Eso sí, el Madrid tendría que fichar a un zaguero zurdo. Contratación que está pidiendo a gritos el equipo.
De cualquier manera, y al margen de lo ya reseñado, sigo insistiendo en que a Ramos le vendría más que bien en lo concerniente al apartado exclusivamente futbolístico que el entrenador le concediera la oportunidad, como hizo Luis Enrique en la Selección, de jugar como central diestro. Sería, sin duda alguna, el mejor remedio para que su rendimiento, en el último tramo de su carrera, fuera el mejor posible. Eso sí, el Madrid tendría que fichar a un zaguero zurdo. Contratación que está pidiendo a gritos el equipo.
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