Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 26 de mayo de 2019

Alirón, alirón, el Valencia es Campeón


El titular es un pareado. Pero creo que el Valencia lo merece. Pues ha jugado una primera parte sensacional. En la que pudo dejar sentenciada la final. También en la segunda parte, y cuando peor lo estaba pasando, Guedes pifió dos oportunidades de marcar tan claras como el agua clara. En esos momentos, el Barcelona buscaba con tanto ahinco como a la desesperada empatar. Y lo hacía a contraestilo: centrando balones a la portería defendida, magníficamente, por Doménech para que Piqué o Arturo Vidal remataran con la cabeza. Momentos en los que no tuve mas remedio que acordarme del tiquitaca y de cómo se enseña a los jugadores en La Masía. ¿Verdad, Laureano Ruiz?...

Decíamos que en la primera parte el Valencia fue mejor en todos los sentidos. Asi que Gameiro y Rodrigo lo refrendaron marcando dos goles casi seguidos (minuto veintiuno y veintitrés). Pudieron ser tres... Pero Rodrigo se durmió en los laureles cuando tenía todo a su favor para batir a Cilíssen. Permitiendo que Piqué lo impidiera en última instancia. ¿Por qué fue mejor el equipo dirigido por Marcelino? Porque su planteamiento fue tan racional como irracional el ordenado por Valverde.

Me explico: el entrenador del Barcelona quiso que su equipo se adueñara del medio campo y terminó ofreciendo un desastre defensivo. Inexplicable me sigue pareciendo que dejara  a merced de Rodrigo y Gameiro a sus centrales: Piqué y Lenglet. Haciendo de escudo de la defensa Busquets. Cuya pésima actuación dio vida a sus rivales. El 4-4-2 del equipo che pudo con la mala distribución de los jugadores azulgrana. 

Tras el descanso, Valverde recurrió a Malcon y a Vidal. El primero pudo casi siempre con su marcador: el veloz e inquieto Gayá. El brasileño no dejó de centrar desde su costado derecho para que el chileno se fajara con la defensa valenciana, con la ayuda de Piqué a medida que transcurrían los minutos. Llegó el gol de Messi en el 72'. Y además se lesionó Parejo. Fue entonces cuando con los cambios realizados por ambos entrenadores, se percibía en el ambiente que si empataba el Barça podía hasta darle la vuelta al marcador. Pues el Valencia era ya un manojo de nervios.

Rakitic, a quien Valverde sustituyó por Aleñá, demostró la ira que le había causado irse al banquillo. Y uno tiene la certeza de que su cólera se debía a que él cree que Busquets es intocable. Aunque sea desde hace tiempo un futbolista incapaz de aguantar el menor asedio de los rivales. Hoy ha vuelto a repetir la misma actuación, quizá peor,  que la que tuvo ante el Liverpool. Eso sí, nadie osa decirle ni pío. No sea que se ofenda el hombre que domina como nadie espacios y tiempos (!) Ya está bien de contarnos el cuento del alfajor.   

Marcelino, severamente criticado esta temporada, ha sido fiel a su sistema de juego y ha ganado la final de la Copa del Rey, amén de haberse clasificado para la Champions League y haber llegado lejos en la Copa de la UEFA. Su equipo sabe a lo que juega. Y hoy lo ha vuelto a demostrar. El Barcelona, en cambio, vive, única y exclusivamente, de los aciertos de Messi. Que son muchos, claro que sí. Pero no le vale a su equipo para ganar todo lo que esté en juego.  Alirón, alirón, el Valencia es Campeón. 










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