Ayer, cuando faltaban diez minutos para que empezaran los partidos de la Champions League, aún no había decidido si ver al Tottenham-Manchester City o al Liverpool-Porto. Me apetecía más ser espectador del primero, sin duda alguna; pero el segundo me ofrecía la oportunidad de hacer de ojeador de Militâo, futbolista recién fichado por el Madrid.
Principiaré diciendo que la tarea del ojeador nunca ha sido fácil ni lo será. Por más que, desde hace ya muchos años, la tecnología ayuda lo indecible a los conocidos también como scouter; es decir personas dedicadas a la caza de talentos. Pero quienes se dedican a esta misión, sobre todo cuando se trata de jugadores ya consagrados, deben analizar al futbolista en muchos aspectos.Y, desde luego, estar seguro de que reúne las cualidades exigidas por el club para el cual trabajan.
Cuando el Madrid anunció la contratación del brasileño, a bombo y platillo, me pronuncié así: yo no he visto jugar al defensa del Porto. Pero si no es especialista como central izquierdo, me parece que su fichaje no tiene sentido. Puesto que la defensa del Madrid lo que está pidiendo a gritos es un futbolista capaz de rendir plenamente como zaguero siniestro en el centro. Por cuestiones obvias y que me he cansado de repetir.
Pues bien, ayer por la noche me llevé la primera decepción con Militâo. Tras haber seguido sus intervenciones con tanta atención como interés. Cierto es que, por necesidades de su equipo, lo situaron como central zurdo, siendo derecho. Y por ese lado siniestro cargó todo el juego el equipo dirigido, magníficamente, por Jürgen Klopp. Con resultados óptimos. Los giros del brasileño en carrera, por ese costado, fueron más débiles que los que nunca ha dejado de protagonizar Sergio Ramos. Que ya es decir...
Como ojeador, claro que sí, metería la pata hasta el corvejón si mi informe fuera demoledor contra el ya jugador merengue. Sin antes ver varias actuaciones suyas jugando por el lado diestro. Ora como central, ora como lateral. Aunque no tengo inconveniente alguno en redoblar el tambor. ¿Cómo es posible que el Madrid haya fichado un zaguero derecho cuando no tiene ningún zurdo? Lo cual me permite pensar en que los fichajes del Madrid se hacen sin contar con las necesidades expuestas por el entrenador de turno.
Mientras tanto, desde que Zubizarreta fue su director técnico, El Fútbol Club Barcelona sigue contando con los servicios de centrales diestros y zurdos. Como mandan los cánones futbolísticos. Puesto que tales demarcaciones, salvo por necesidades imperiosas, han de ser cubiertas por especialistas en ambos lados. Así, verdad incuestionable, el sistema defensivo será mejor y la salida del balón más que aseada será muy buena.
Pues bien, ayer por la noche me llevé la primera decepción con Militâo. Tras haber seguido sus intervenciones con tanta atención como interés. Cierto es que, por necesidades de su equipo, lo situaron como central zurdo, siendo derecho. Y por ese lado siniestro cargó todo el juego el equipo dirigido, magníficamente, por Jürgen Klopp. Con resultados óptimos. Los giros del brasileño en carrera, por ese costado, fueron más débiles que los que nunca ha dejado de protagonizar Sergio Ramos. Que ya es decir...
Como ojeador, claro que sí, metería la pata hasta el corvejón si mi informe fuera demoledor contra el ya jugador merengue. Sin antes ver varias actuaciones suyas jugando por el lado diestro. Ora como central, ora como lateral. Aunque no tengo inconveniente alguno en redoblar el tambor. ¿Cómo es posible que el Madrid haya fichado un zaguero derecho cuando no tiene ningún zurdo? Lo cual me permite pensar en que los fichajes del Madrid se hacen sin contar con las necesidades expuestas por el entrenador de turno.
Mientras tanto, desde que Zubizarreta fue su director técnico, El Fútbol Club Barcelona sigue contando con los servicios de centrales diestros y zurdos. Como mandan los cánones futbolísticos. Puesto que tales demarcaciones, salvo por necesidades imperiosas, han de ser cubiertas por especialistas en ambos lados. Así, verdad incuestionable, el sistema defensivo será mejor y la salida del balón más que aseada será muy buena.
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