El fútbol es un juego de conjunto y ganan los equipos que tienen mejores jugadores. Y si entre tantas figuras, un jugador destaca es debido exclusivamente a su extraordinario talento. Ese talento juega en el Barcelona y se llama Messi. Lo cual no deja de ser una perogrullada. Aunque peor sería reconocerlo haciendo alardes literarios que no conducen nada más que a un deseo expreso de adornarse con los méritos ajenos.
Jugó muy bien el Sevilla en la primera parte. Y los goles de Navas y Mercado fueron el premio a su destacada actuación. El logrado por Messi, tras un centro magnífico de Rakitic, no presagiaba nada bueno para el conjunto hispalense. Pues la estrella argentina avisaba de que estaba en las mejores condiciones para sacarle a su equipo las castañas del fuego.
Cierto es que el equipo de Machín tuvo la desgracia de perder a sus dos centrales en momentos claves del encuentro. Mercado y Wöber fueron reemplazados por El Mudo Vázquez y Amadou. Y a partir de ahí el Sevilla fue a menos y Messi a más. Y, por si fuera poco, Rog fue sustituido por Roque Mesa. De quien debo decir que aporta muy poco y se da excesiva importancia.
En fin, que Messi marcó tres goles y le dio a Suárez el pase del cuarto. El Barcelona es temible con Lionel Messi; eso sí, sin él no dejaría de ser nada más que un buen equipo. Tras ofrecernos su mejor versión en el Sánchez Pizjuán, el argentino llegará al Bernabéu en las mejores condiciones para jugar la vuelta de la Copa del Rey. El decisivo encuentro será el miércoles próximo.
La victoria del Barcelona en Sevilla ha supuesto que ganar La Liga sea algo casi imposible para el Madrid. El casi significa que uno tiene más moral que el Alcoyano. Por consiguiente, el Madrid no tendrá más remedio que aplicarse en el partido del miércoles. Ante un Barça en alza. Ya que ganar en el Pizjuán no resulta tarea fácil. Y mucho menos marcarle cuatro goles a los hispalenses en su feudo. Solari estará ya pensando en que todo consiste en anular a Messi. ¿Cómo?... Ese es el quid de la cuestión.
Jugó muy bien el Sevilla en la primera parte. Y los goles de Navas y Mercado fueron el premio a su destacada actuación. El logrado por Messi, tras un centro magnífico de Rakitic, no presagiaba nada bueno para el conjunto hispalense. Pues la estrella argentina avisaba de que estaba en las mejores condiciones para sacarle a su equipo las castañas del fuego.
Cierto es que el equipo de Machín tuvo la desgracia de perder a sus dos centrales en momentos claves del encuentro. Mercado y Wöber fueron reemplazados por El Mudo Vázquez y Amadou. Y a partir de ahí el Sevilla fue a menos y Messi a más. Y, por si fuera poco, Rog fue sustituido por Roque Mesa. De quien debo decir que aporta muy poco y se da excesiva importancia.
En fin, que Messi marcó tres goles y le dio a Suárez el pase del cuarto. El Barcelona es temible con Lionel Messi; eso sí, sin él no dejaría de ser nada más que un buen equipo. Tras ofrecernos su mejor versión en el Sánchez Pizjuán, el argentino llegará al Bernabéu en las mejores condiciones para jugar la vuelta de la Copa del Rey. El decisivo encuentro será el miércoles próximo.
La victoria del Barcelona en Sevilla ha supuesto que ganar La Liga sea algo casi imposible para el Madrid. El casi significa que uno tiene más moral que el Alcoyano. Por consiguiente, el Madrid no tendrá más remedio que aplicarse en el partido del miércoles. Ante un Barça en alza. Ya que ganar en el Pizjuán no resulta tarea fácil. Y mucho menos marcarle cuatro goles a los hispalenses en su feudo. Solari estará ya pensando en que todo consiste en anular a Messi. ¿Cómo?... Ese es el quid de la cuestión.
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