Malcom salva al Barcelona

Parece mentira que un futbolista que hasta ahora no habia hecho nada a derechas, haya aprovechado la debilidad defensiva de Marcelo para dejar en buen lugar a quien aconsejó su fichaje por el Fútbol Club Barcelona. Malcom ha sido quien ha sostenido a su equipo cuando el Madrid era dueño de la situación y también en los momentos en que el Barcelona buscaba el empate con desesperación.

En realidad, Marcelo no ha sido hoy ese futbolista que ataca por sistema, dejando espacios por el que penetran sus rivales con tanta comodidad como peligro. Pero tampoco ha sido capaz de marcar como debía a su compatriota Malcom. Así que su actuación ha sido mala de solemnidad. Aunque en vista de su veteranía, se ha dedicado a marcar a su oponente a distancia, permitiéndole dominar el balón una y mil veces. 

Por el lado izquierdo, una vez más, el Madrid se ha visto desbordado en bastantes ocasiones. Y, claro, ese problema saca de quicio a Sergio Ramos. Lo cual lleva consigo alocamientos del capitán que merman su rendimiento. El gol logrado por el ya reseñado Malcom se veía venir. Y llegó por el costado por donde todos los entrenadores ordenan atacarle al Madrid, cuando es Marcelo quien ocupa esa demarcación.  

El Madrid fue mejor que el Barcelona durante muchos minutos. Gracias  a la presión adelantada de todos sus delanteros y a la extraordinaria labor de sus centrocampistas. De ahí que muy pronto se adelantara en el marcador. Por medio de Lucas Vázquez. Tras una jugada entre Vinicius y Benzema. Por cierto, el tan infravalorado LV, amén del gol, impidió que Jordi Alba pudiera campear por su banda.   

Vinicius, tras el gol, tuvo dos ocasiones claras de batir a Ter Stegen. Pero le pudo la precipitación. Nada extraño a su edad. También conviene decir que  el equipo azulgrana pudo marcar por medio de Rakitic, cuyo remate se estrelló en el poste, y en otra ocasión porque lo evitó Navas. Aunque el buen hacer del Madrid sembró el pánico en las gradas.

La segunda parte fue otro cantar. Se lesionó Marcos Llorente -vaya fatalidad- cuando más lo necesitaba su equipo. Mientras que el Camp Nou pedía a gritos la presencia de Messi en el terreno de juego. Casemiro empezó tan lento como dubitativo. Carente de esa movilidad de Llorente, que le permite hacerse visible allá donde sus compañeros necesitan ayuda. Y, para colmo de males, Valverde decidió complacer al público. Y la salida de Messi alteró los planes del Madrid.

La presencia de la estrella argentina provocó inquietud en el equipo blanco. Que se fue rehaciendo con la entrada de Bale por Vinicius. Y Marco Asensio sustituyó a Lucas Vázquez. Pues tanto Vinicius como Vázquez corrieron de lo lindo y estaban ya exhaustos. El empate, con el actual Madrid, no deja de ser un buen resultado para la vuelta. Pero el problema radica en Marcelo. Que ha perdido el oremus.