Hace ya mucho años que yo trabé amistad con Juan Olmedo. Y muchas han sido las veces que hemos hablado de fútbol y sobre todo del Madrid. Por ser ambos madridistas. Aunque nunca nos ha cegado la pasión hasta el punto de no criticar los desaciertos de nuestro equipo. Pero llevo ya mucho tiempo sin coincidir con él y echo de menos ese intercambio de impresiones que tanto nos agradaba tener
Mi amigo Juan estará disfrutando de lo lindo con la recuperación experimentada por nuestro equipo y con las decisiones que viene tomando Santiago Hernán Solari. Repletas de valor sereno y de conocimientos del oficio. Y tengo la certeza de que le podrá la emoción con ese fútbol vertiginoso que apenas necesita de dos o tres pases para poner en aprietos a los porteros rivales. Un estilo de juego del que ambos somos partidarios.
Como somos partidarios -¿verdad, Juan?- del trabajo afanoso de Lucas Vázquez y de su habilidad para jugar orillado a una banda. Como los extremos de antaño. Tarea a la cual, desgraciadamente, no se le concede la importancia que tiene ni la dificultad que entraña. Me imagino, querido Juan, que la explosión futbolística de Vinicius te habrá ilusionado tanto como para ver los partidos con renovados deseos. Divino tesoro es la velocidad.
En cuanto Marcelo, a quien tantas veces le hemos reprochado su anarquía futbolística, consentida por entrenadores incapaces de cortarla de raíz, estarás de acuerdo conmigo en que Reguilón no sólo evita que los contrarios entren por esa banda como Pedro por su casa, sino que, además, mejora el rendimiento, cuando toca defender, de Sergio Ramos y del bloque en general.
Sí, Juan, ya sé que estás deseando que te hable de Karim Benzema. No en vano, actuando de delantero flotante o falso, el francés desata pasiones en estos momentos. Pues bien, frente al Atlético de Madrid, por cuestiones tácticas, su misión fue la de fijar la posición de los centrales rojiblancos para impedirles que acudieran en auxilio de sus laterales. Y así facilitarles la tarea a Lucas Vázquez y a Vinicius.
Sí, Juan, ya sé que estás deseando que te hable de Karim Benzema. No en vano, actuando de delantero flotante o falso, el francés desata pasiones en estos momentos. Pues bien, frente al Atlético de Madrid, por cuestiones tácticas, su misión fue la de fijar la posición de los centrales rojiblancos para impedirles que acudieran en auxilio de sus laterales. Y así facilitarles la tarea a Lucas Vázquez y a Vinicius.
En relación con el adelanto de la línea defensiva, por parte del Madrid, me parece muy bien. Aun reconociendo el riesgo que supone. Si bien convendría exigirle a Courtois que estuviera pendiente de esa forma de proceder de sus compañeros. Pues quedarse entre los tres palos no es lo conveniente. En fin, amigo, que nuestro equipo está en alza. Aunque no deberíamos lanzar las campanas al vuelo. Un abrazo, Juan. Y a ver si nos vemos pronto.
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