Benzema en gracia

Viendo jugar a Benzema uno tiene la certeza de que debe estar bajo la égida. Expresión que utilizo para indicar que el francés debe gozar de la protección y amparo de un ser superior. Pues cada balón que toca lo convierte en oro. Aparte de que su posición como falso nueve esté causando desconcierto en los sistemas defensivos de los equipos que se vienen enfrentando al Madrid.

Mientras Karim Benzema se halla en gracia, y marca goles (en Montilivi obtuvo dos), Marcelo sigue empecinado en jugar a su aire, permitiendo que los rivales ataquen por su costado con una  facilidad pasmosa. En la primera parte, de no haber sido por el extraordinario partido de Varane, las magníficas intervenciones de Keylor Navas, y la falta de suerte y puntería de los jugadores del Gerona, ahora estaríamos hablando de otro resultado. 

Cuando juega Marcelo, imponiendo por encima de todo su anarquismo, salen a relucir todos los defectos de Sergio Ramos. Así que no debe extrañar a nadie que todos los equipos traten de explotar la banda izquierda del Madrid. Y hay más: ojalá Solari no se deje engañar por quienes ya han empezado a propalar que Vinicius y Marcelo pueden formar un tándem perfecto. Lo cual sería agrandar aún más ese agujero que existe por el lado siniestro de la defensa merengue.

Ahora bien, mentiría si no dijera que el Madrid ha vuelto a dar muestras evidentes de mejoría en todos los aspectos. Aunque bien harían sus componentes en no echar las campanas al vuelo. Porque ese progreso lo tendrán que ratificar a partir de ahora. Y han de hacerlo evitando las facilidades que les han concedido al Gerona. Facilidades que jamás hubieran desaprovechado, por ejemplo, equipos de más nivel.

Me gustó, una vez más, Marcos Llorente. Hizo muchas cosas y casi todas las hizo bien. Y, por si fuera poco, volvió a demostrarnos la importancia que tienen los tiros desde la media distancia. Su gol llegó, además, en el momento en que los gerundenses habían acortado distancia en el marcador y les había invadido el entusiasmo por conseguir el empate. Lo cual habría hecho mella en el ánimo ascendente del equipo dirigido por Solari.

Tampoco me desagradó la actuación de Ceballos. Más que por su juego por su entrega. Eso sí, bien haría el utrerano en no complicarse la vida por manosear el balón sin necesidad. Y es que hay veces que se mete en berenjenales que no son admisibles en un futbolista de su talla. En vista de sus cualidades, que son muchas, convendría que Solari le dijera que ha de evitar los atolondramientos. En suma, el Madrid ya está en semifinales de la Copa del Rey. Benzema sigue en gracia. Y ha recuperado a todos los futbolistas lesionados. Lo cual no es moco de pavo.