Impecable primer tiempo jugado por el Madrid. Que le hizo merecedor de haber dejado resuelto el partido. Pero al no conseguirlo le tocó sufrir en la segunda parte. Lo cual era algo que se presagiaba. Puesto que ni el equipo che podía seguir jugando tan mal ni el Madrid presionando tan arriba y corriendo tanto. Mas pronto conviene decir que si los valencianos estuvieron desconcertados durante muchos minutos fue también porque el conjunto dirigido magníficamente por Solari hizo de la sobriedad, orden y disciplina en los marcajes sus mejores armas.
Cierto es que a los siete minutos Daniel Waas marcó en propia puerta. Tras una gran jugada de Carvajal. Cuya actuación ha sido quizá de las mejores que le hemos visto en los últimos tiempos. El gol le dio alas al Madrid y dejó a los jugadores del Valencia sumido en un letargo que no auguraba nada bueno para ellos. A partir de ahí el dominio correspondió a los locales. Que llevaron a cabo perfectamente el guión establecido.
Ramos mejoró actuaciones pasadas. Debido a que Reguilón fue más defensa que atacante por sistema. Impidiéndole a Carlos Soler mostrar su categoría con la participación de Wass. Y lo hizo ayudado por Bale, mientras que tuvo fuerzas para estar en misa y repicando. Así que el capitán del Madrid no tuvo que hacer de bombero por esa banda. De modo que estuvo más ordenado que nunca. Ojalá que siga manteniendo esa línea. Lo malo es que Reguilón (¡qué gran hallazgo!) jugará de higos a brevas.
En la banda opuesta, Carvajal recibía la ayuda inconmensurable de Lucas Vázquez. Entre los dos anularon a Gayá y Güedes: pareja de vital importancia para su equipo. Ceballos corría y corría... pero a veces se olvidaba de que por su posición debía estar más encima de Parejo. Modric mejoró actuaciones pasadas. Si bien está aún lejos de su mejor forma. Menos mal que Marcos Llorente decidió jugar como si estuviera en el patio de su casa.
Marcos Llorente. Está repleto de cualidades que le permiten atesorar una condición inmejorable para hacer de casi todo y... más que bien. Es solidario, ordenado, y maneja el balón con una facilidad pasmosa en cualquier zona del campo. No duda en acudir presto allá donde se hacen necesarios sus servicios. Defiende con tanta seguridad como demuestra nervios de acero a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Su movilidad y sus pases precisos cunden sosiego entre los suyos.
Insisto: en la primera parte el Madrid hizo méritos suficientes para haber dejado resuelto el partido. Luego, tras el descanso, el Valencia, ya con Kondogbia a la vera de Parejo, dominó el partido durante veintantos minutos. Y ocasiones tuvieron para marcar goles. Unas las fallaron y otras las malogró Courtois. El gol de Lucas Vázquez, cuando el partido estaba dando las boqueadas, aseguró la victoria merecida y trabajada del Madrid.
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