La suerte se alía con el Madrid

Hoy me ha venido a la memoria mis dos visitas, hace ya muchos años, como entrenador al Estadio de la S D Huesca.  Y recuerdo cómo en una de ellas el viento más que soplar bramaba. Y, claro, el escenario resultaba inhóspito. Y en la cara de los jugadores se calcaba el malestar que les producía el fuerte aire en movimiento. Así que me vi obligado a decirles que no quería oír una palabra de más en relación con ese fenómeno atmosférico.

Lo que sí hicimos fue prepararnos para sacarle rédito al viento de Noroeste reinante, como otras veces sucedía con el Levante o el Poniente. En aquellos tiempos, década de los setenta, los jugadores estaban acostumbrados a desenvolverse en climas adversos y en terrenos de juego embarrados o bien duros como el pedernal. Época donde ni los balones ni las botas eran de la misma calidad que ahora. Pero, aun así, se adaptaban a las circunstancias.

El Madrid ha causado una pésima impresión en ese mismo campo. Por lo que es justo decir que ha ganado de milagro. Di Stefáno hubiera dicho que de chamba. Y no le hubiera faltado razón. Aunque tampoco sería justo olvidarse de que tanto Bale como Courtois fueron los únicos que cumplieron con su cometido. A pesar de que el viento, ciertamente desabrido, también soplaba para ellos.

Carvajal, además de achicarse por el ventarrón, no está en condiciones de jugar como lateral izquierdo. Pues se le notan todos los defectos habidos y por haber. Parece mentira que ni siquiera su oficio le haya servido para salir airoso del trance. Lo cual demuestra que, fuera de su posición, desconoce el juego. Cierto es que a pierna cambiada, como defensa, nadie ha sido capaz de rendir como lo hicieran Reija o Sanchís padre. Actualmente, tal vez sean Azpilicueta y Nacho quienes mejor desempeñan esa labor.

A lo que iba: ninguna línea del Madrid funcionó.  Ceballos fue una nulidad. Empeñado en hacer todo lo contrario a lo que exigían las circunstancias. También Marcos Llorente se excedió en conducciones que no venían a cuento. Modric quería pero no podía. Lucas Vázquez trabajó como siempre pero estuvo desacertado en los pases. En rigor, salvo Bale y Courtois, el Madrid fue un desastre.

De los cambios mejor no hablar... Pues los sustitutos no consiguieron hacer olvidar a los jugadores sustituidos. Ganó el Madrid... aunque fuera de milagro.  Insisto: gracias a Gareth Bale y a Courtois. Así que el galés podrá vivir una semana sin ser puesto en la picota. Ya era hora que se hablara de él para bien.