No es la primera vez que en este espacio aparece Luis Soriano. Paisano, amigo, y exjugador de fútbol con quien compartí equipo y otras aventuras que solemos evocar en cuanto los recuerdos afloran. Hasta el punto de enfrascarnos en una conversación telefónica que nos deja exhausto. El lunes me llamó para comunicarme que el almuerzo de diciembre entre exjugadores de nuesta tierra se iba a celebrar hoy. Y que esperaba mi presencia. Me costó lo indecible decirle que no podía acudir a esa cita. A la cual acudí presto el año pasado. Cuando escribo, dos de la tarde, sé que ya estarán todos mis compañeros en las instalaciones del Real Club Náutico de El Puerto de Santa María. Y me puede la nostalgia. Pues con muchos de los allí reunidos viví años intensos de fútbol. Los cuales nos depararon, lógicamente, días de gozo y otros revestidos de tristeza por no conseguir los objetivos que nos habíamos impuestos. Gracias a todos. Y que espero seáis felices en las fiestas que se avecinan.
Manolo Muñoz es también portuense y amigo mío desde la infancia. Rara es la semana en la cual no hablamos dos o tres veces, siendo el fútbol nuestro principal tema de conversación. Manolo es del Madrid desde que vestía pantalones cortos. Y ayer se subía por las paredes, debido a la desatinada actuación que tuvo el equipo de sus amores. Mi amigo no daba crédito a lo que había visto en el Bernabeú. Y se lamentaba de que Solari no hubiera decidido cambiar a Isco cuando los rusos marcaron el primer gol. Y, naturalmente, se quejaba amargamente de cómo los rivales entraban por la banda de Marcelo como Pedro por su casa. En fin, que no me cupo más que darle la razón. Y hasta le recordé que los cambios permiten que los entrenadores enmienden sus propios errores. El más grave fue, sin duda, dejar a Isco que deambulara por el campo a su albedrío. Cuando lo que exigía el partido era sustituirlo antes de finalizar la primera parte. Pero, al parecer, le pudo el temor de el qué dirán. A mí, durante mi modesta carrera profesional, nunca me tembló el pulso en esas situaciones. Pues los comentarios ajenos me importaban un bledo y parte del otro.
Francisco Capilla. No recuerdo si mi estimado don Francisco ha pasado ya por esta galería, ni tampoco me voy a poner a mirarlo, pues no me importaría la repetición, dado que, además de ser lector de esta página, a mí me encanta hablar con él y por tanto se merece la insistencia. FC es madridista de pura cepa. Pero no comulga con ruedas de molino. Así que hoy nos ha tocado hablar de la dolorosa derrota de nuestro equipo frente al equipo ruso. Mi amigo quiere saber cuál es mi opinión al respecto. Y voy al grano: Solari distribuyó a sus jugadores para favorecer a Isco. Y éste, en vez de aprovechar la oportunidad, trató por todos los medios de acaparar el balón e imponer el ritmo del partido. Con su proceder, manifiestamente absurdo, logró que Marcos Llorente y Valverde perdieran la compostura. Lo que unido a los yerros cometidos por Marcelo sirvieron en bandeja el triunfo al CSKA de Moscú. Tampoco fue conveniente que Javier Sánchez, magnífico central, actuara en el lado izquierdo. Donde, como ya he dicho días atrás, se le ven más los defectos por ser diestro. Insisto: el Madrid necesita un central zurdo cuanto antes.
Manolo Muñoz es también portuense y amigo mío desde la infancia. Rara es la semana en la cual no hablamos dos o tres veces, siendo el fútbol nuestro principal tema de conversación. Manolo es del Madrid desde que vestía pantalones cortos. Y ayer se subía por las paredes, debido a la desatinada actuación que tuvo el equipo de sus amores. Mi amigo no daba crédito a lo que había visto en el Bernabeú. Y se lamentaba de que Solari no hubiera decidido cambiar a Isco cuando los rusos marcaron el primer gol. Y, naturalmente, se quejaba amargamente de cómo los rivales entraban por la banda de Marcelo como Pedro por su casa. En fin, que no me cupo más que darle la razón. Y hasta le recordé que los cambios permiten que los entrenadores enmienden sus propios errores. El más grave fue, sin duda, dejar a Isco que deambulara por el campo a su albedrío. Cuando lo que exigía el partido era sustituirlo antes de finalizar la primera parte. Pero, al parecer, le pudo el temor de el qué dirán. A mí, durante mi modesta carrera profesional, nunca me tembló el pulso en esas situaciones. Pues los comentarios ajenos me importaban un bledo y parte del otro.
Francisco Capilla. No recuerdo si mi estimado don Francisco ha pasado ya por esta galería, ni tampoco me voy a poner a mirarlo, pues no me importaría la repetición, dado que, además de ser lector de esta página, a mí me encanta hablar con él y por tanto se merece la insistencia. FC es madridista de pura cepa. Pero no comulga con ruedas de molino. Así que hoy nos ha tocado hablar de la dolorosa derrota de nuestro equipo frente al equipo ruso. Mi amigo quiere saber cuál es mi opinión al respecto. Y voy al grano: Solari distribuyó a sus jugadores para favorecer a Isco. Y éste, en vez de aprovechar la oportunidad, trató por todos los medios de acaparar el balón e imponer el ritmo del partido. Con su proceder, manifiestamente absurdo, logró que Marcos Llorente y Valverde perdieran la compostura. Lo que unido a los yerros cometidos por Marcelo sirvieron en bandeja el triunfo al CSKA de Moscú. Tampoco fue conveniente que Javier Sánchez, magnífico central, actuara en el lado izquierdo. Donde, como ya he dicho días atrás, se le ven más los defectos por ser diestro. Insisto: el Madrid necesita un central zurdo cuanto antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.