Actuación indigna del Madrid

En la que Isco Alarcón ha sido el principal actor del naufragio colectivo de su equipo. Un Madrid que ha sido humillado por el CSKA de Moscú. Derrota dañina para un club cuya fama internacional la ha logrado en la competición europea. Lo ocurrido hoy en el Bernabéu dejará huella indeleble de tristeza entre los aficionados. Y sobre todo siembra de dudas la labor de Solari. Amén de que los jugadores jóvenes se han visto sometidos a una vergüenza que no les ayudará a sentirse seguros en futuros partidos.

Santiago Hernán Solari distribuyó a sus jugadores pensando en Isco Alarcón. Tal vez para demostrar que él no siente animadversión hacia el jugador malagueño. El dibujo era cuatro defensas, dos mediocentros, Isco por delante, Marco Asensio y Vinicius por los costados, y Benzema como falso nueve. La idea era estupenda. Pero el técnico argentino se olvidó de que el estilo de Isco no casa con el ritmo de juego que necesita su equipo para enfrentarse a cualquier rival.

Desde el primer momento se pudo apreciar que Vinicius necesita como el comer que se le juegue a los espacios libres. También los deseos de agradar de Marco Asensio se fueron diluyendo a medida que no recibía balones. Y qué decir de Benzema... Mientras tanto, Isco seguía empeñado hacer la guerra por su cuenta. Y cada vez que perdía un balón dejaba al equipo partido en dos. Así llegó el primer gol de los rusos en el minuto 36 y el segundo en el 43.  

A partir de ahí, con un Marcelo que volvió a evidenciar que sus prestaciones defensivas son nulas, el Madrid fue de mal en peor. Y acabó desnortado hasta el fin del encuentro. No sin antes encajar el tercer gol. Conviene decir, cuanto antes, que a Solari se le puede culpar de no haber resuelto el problema de Isco a tiempo. Problema que debió afrontar sin temor a que la prensa se le hubiera echado encima. Achacándole sus deseos de señalar a un futbolista idolatrado por los plumiferos y documentalistas de este deporte.

Verbigracia: Maldini, comentarista de Movistar +, se pasó todo el primer tiempo hablándonos de las bondades de Isco. Y, dado que éste no cesaba de llevarle la contraria, llegó un momento en el cual se dio cuenta de que estaba quedando peor que la Chata de Cádiz. Y ya no sabía qué decir al respecto. Con lo fácil que le hubiera sido decirnos que el estilo de juego del malagueño le sienta a su equipo "como un traje de luces a un tío nacido en Wisconsin". 

El Madrid ha mancillado su prestigio en la Champions League mediante una actuación indigna. Cuyas consecuencias repercutirán negativamente tanto en los jóvenes jugadores como en su entrenador. Ojalá que éste, que venía dando muestras visibles de personalidad y de no casarse con nadie, asuma que su equipo no debe ser dirigido por alguien que juega a  su albedrío y acaparando el balón. Insisto: hoy a Solari le ha faltado valor para haber cambiado el sino del partido a raíz del gol  de Chelov.