Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Sobre el ofrecimiento de Iker Casillas

Dicen que mirar hacia atrás es un gesto que no conviene repetir con demasiada frecuencia: por su incomodidad y porque, por tradición bíblica, quienes lo hacen pueden acabar convertidos en estatuas de sal. De ser eso cierto, a estas horas tendríamos ya a varios periodistas, muy principales ellos, castigados como lo fue la esposa de Lot. Y todo por participar en el juego de un portero que no se ha cortado lo más mínimo en hacer unas declaraciones tan inoportunas como desacertadas.

Iker Casillas ha aprovechado las críticas que se vienen produciendo contra David de Gea para ofrecerse al Madrid y a la selección: "Si me llamara el Madrid o la selección, volvería encantado". Y se ha quedado tan pancho. Aun sabiendo que sus palabras, fuera de tono, iban a ser motivo de opiniones absurdas por parte de quienes, amén de que sean amigos suyos, necesitan vender periódicos o aumentar los índices de audiencia en sus respectivos medios.

El comportamiento del portero del Oporto merece reproches abundantes. Porque bien sabe él que, por más que esta temporada le vaya bien a su equipo, sus condiciones como arquero no sólo están estancadas sino que, además, tienden a ser peores que el día en que decidieron prescindir de sus servicios en el Madrid y en la selección. A no ser que por arte de birlibirloque haya crecido muchos centímetros. Y que éstos le permitan no seguir siendo un desastre en los balones aéreos. 

¿Acaso se ha olvidado Iker Casillas de cómo el Bernabéu enmudecía en los córners y faltas que se lanzaban contra su portería? Tampoco me imagino que sus reflejos hayan ido a más con el transcurrir de los años. Y qué decir de su desastroso manejo del balón con los pies. Por cierto, alguien debió recomendarle en sus mejores tiempos la contratación de Paco Buyo para que éste le hubiera enseñado cómo golpear el balón.

Es cierto que usted, señor Casillas, ha sido un portero que lo ha ganado todo en el Madrid y en la Selección Española, a pesar de que sus cualidades eran las mínimas. Unas cualidades que se basaban en su facilidad de movimiento y en los reflejos de juventud. A partir de ahí daba pena verlo todo descompuesto en cuanto el balón volaba por encima de su cabeza. Y, claro, en su parcela se armaban unos líos morrocotudos. Y, naturalmente, cundían los nervios entre los madridistas. En mi caso, llegaron a formar parte de mi diagnosticada distonía neurogetativa.

En fin, que uno se alegra de que usted haya mejorado actuaciones pasadas en el Oporto. Las cuales fueron aireadas como mediocres. Y que ese resurgir le haya devuelto la confianza en sus posibilidades para continuar siendo un portero de otrora. Un guardameta que ya no admite comparaciones con Oblak, Ter Stegen, Neuer, Courtois... Incluso me atrevo a decir que tampoco con Keylor Navas... ni De Gea. O sea, que usted es un portero venido a menos. Y sus declaraciones evidencian mi opinión.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.