Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Político honesto

Cuantos me conocen saben, y si no yo se lo digo, que nunca he tenido el menor reparo en acceder a conversar con cualquiera que me haya parado por la calle. Tampoco se me puede tachar de haber estado remiso a la hora de responderle a mi interlocutor, siempre y cuando yo tuviera alguna idea sobre el asunto requerido. Aun a sabiendas de que me exponía, en algunos casos, a que mis palabras fueran tergiversadas, intencionadamente o no, en sitio donde podrían perjudicarme.

Todos los martes, hasta hace nada, salía yo a patearme la calle, a pesar de que siempre se ha dicho que es el día que más la frecuentan los tontos. Y llevan razón quienes así opinan desde hace la tira de tiempo. Mi intención era evadirme de mis obligaciones, tomar una copa, y de paso aguantar con buen talante la cháchara de algunos sujetos convencidos de que lo que yo les contaba era más que suficiente para acudir prestos a chivateárselo con decorado propio a quien más manda en esta ciudad. 

A la semana siguiente, yo quedaba enterado por otro conducto, de cómo se habían desarrollado los hechos del martes anterior. Incluso me advertían de que me estaba exponiendo de manera absurda a ser tenido por enemigo acérrimo de quien reparte las prebendas. Y que, de seguir así, podría ser considerado persona no grata para el poder establecido. Y, dado que yo no soy muy juicioso, volvía a las andadas. Esto es, a decir lo que creía conveniente. Y vuelta a empezar.

Semejante táctica, mantenida durante años, me ha servido para saber qué piensan algunos políticos de otros. De otros del mismo partido. Y si los hubiera grabado, algo que jamás hice ni haría nunca, las conversaciones valdrían un Potosí. Eso sí, los hay que, meses atrás, ardían en deseos de que nuestro alcalde decidiera, al fin, irse a Torremolinos, a Marbella o... a una finca donde poder cazar conejos. Que es carne muy apetitosa y saludable para quienes son sexagenarios.

También supe que, si nuestro alcalde comprende que ya está demasiado visto como para presentarse a las próximas elecciones, los hay dispuestos a gritar a voz en cuello si acaso el elegido fuera Juan Bravo (persona que reúne todas las condiciones para serlo, según dicen quienes le conocen). Y alegaban, quienes así se pronunciaban, que debe primar por encima de todo la antigüedad en el partido. En rigor, creo que en el Partido Popular de Ceuta los hay que rezan todos los días para que Vivas opte por darse el piro.

Hoy me he cruzado por la calle con alguien que, tras los saludos de rigor, ha querido saber mi opinión acerca de si Vivas tiene posibilidades de mantener la mayoría absoluta en las próximas elecciones. Dando por seguro que se va a presentar. Pero, antes de abrir yo la boca, mi interlocutor le ha hecho el artículo: "Vivas ha demostrado durante muchos años que es un político honesto". Mi respuesta ha sido adiós y me he alegrado de verte.

Luego he pensado así: sigue de moda el decir a cada paso político honesto, no sé por qué tanto presumir, cuando lo raro sería lo contrario; pero, de todas formas, siempre se ha dicho político honrado. Y me explico: la honestidad se ha de medir de cintura para abajo. Y la honradez de cintura para arriba.



 







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