Sería aventurado decir, cuando se han disputado nada más que cinco partidos de Liga, que el Madrid se juega en una semana gran parte de una competición que ganó en la temporada 2016-2017, tras haber estado seis años sin obtenerla. O sea, desde que dirigido por José Mourinho alcanzó la cifra de cien puntos. Pero tampoco conviene olvidar la importancia de los dos rivales con los que se habrá de enfrentar miércoles y domingo: Sevilla y Atlético de Madrid.
El Estadio Sánchez Pizjuan ha sido siempre un escenario complicado para cualquier visitante. Complicaciones que se han ido incrementando con el paso de los años. Debido a que el club hispalense no dejó de crecer en todos los sentidos. Sus grandes triunfos en Europa lo avalan. Y, desde luego, la visita del Madrid estimula a todo el sevillismo. De hecho, el Madrid ha sido derrotado en las tres visitas últimas. Lo cual no deja de ser preocupante.
También cabe destacar cómo gran parte del Estadio recibirá de uñas a Sergio Ramos. Predisposición adversa de innumerables aficionados para provocar el desasosiego correspondiente en el capitán merengue. Y lo lograrán, claro que sí; pues semejante comportamiento hace mella hasta en los jugadores más veteranos y expertos en tales ambientes. Ejemplos hemos tenido en los encuentros anteriores.
Es más, tengo la certeza de que Machín, entrenador del Sevilla, tratará de explotar semejante actitud para atacar por el lado derecho. Convencido de que, en cualquier momento, Ramos perderá los nervios y cometerá cualquier desatino. En fin, partido muy complicado para el equipo dirigido por Julen Lopetegui. Quien deberá dar pruebas evidentes de sus conocimientos. Ya que la victoria en el Sánchez Pizjuan, por ser misión difícil, resulta más valorada.
Y en poco tiempo, es decir, en un periquete, el Madrid se enfrentará al Atlético. El conjunto rojiblanco lleva ya tres partidos sin perder con el equipo merengue. Tres derbis llevan los de Simeone mojándole la oreja al rival por excelencia. Así que Lopetegui volverá a pasar otro examen en toda regla.
Por consiguiente, y aunque la Liga no ha hecho sino dar sus primero pasos, sería absurdo obviar que el Madrid se juega muchísimo en apenas cuatro días. De conseguir los seis puntos, el Madrid saldría fortalecido hasta extremos insospechados. Si, ya sé que es una perogrullada. Pero mi ser madridista me permite desearlo y airearlo.
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