Julen Lopetegui acertó plenamente al colocar a Modric muy adelantado para que el croata impidiera que De Rossi manejara el juego de su equipo desde muy atrás. Tan atrás como para causarle problemas graves a sus compañeros de la defensa; pues cada vez que perdía la pelota era ocasión de gol para el Madrid. Y fueron muchas las veces que Modric puso al gran jugador italiano en evidencia.
Dominaba el Madrid la situación con buen juego y creando muchas ocasiones de gol. Pero éstas, unas veces por hache y otras por be, se malograban. Hasta que Isco (minuto 42) batió a Olsen a balón parado. Conviene decir cuanto antes que la escuadra romana debió retirarse a los vestuarios dándole gracias a todos los santos habidos y por haber, ya que la buena suerte se había aliado con ella.
Se reanudó la segunda parte tal y como había acabado la primera. Con Modric hecho dueño y señor de la parcela que le tocaba dominar a De Rossi. Y encima, para desgracia de la Roma, N'Zonzi naufragaba en todos los sentidos. En fin, que el Madrid seguía jugando a sus anchas pero sin rentabilizar sus extraordinarias acciones con goles.
Menos mal que Bale, que lo había intentado muchas veces, aunque sin fortuna, en el 58´logró el gol que tanto había buscado. Tres minutos después fue sustituido Benzema por Marco Asensio. De quien tengo la impresión de que no le beneficia nada que Sergio Ramos opine de él. Pues perdió la titularidad otra vez. Marco Asensio acabará aburriéndose. Debido al flaco favor que le hacen quienes dicen que sigue siendo un proyecto de gran jugador al cual no conviene celebrar tanto. Opinión de idiotas.
Quedaba, como fin de fiesta, la entrada en el terreno de juego de Mariano. Quien fue recibido clamorosamente por el Bernabéu. Y a fe que respondió a tan buena acogida con un golazo indescriptible. La de veces que habré yo escrito acerca de las cualidades de este jugador. Mariano sustituyó a Bale en el 72´. Y resultó ser, y perdonen la expresión, una mosca cojonera para la defensa romana. Su gol, además, hizo rugir al Estadio.
En fin, que el Madrid jugó un buen partido. Que Modric le pasó por encima a De Rossi. Que Keylor Navas paró lo que tenía que parar. Ahora bien, la actuación defensiva de Ramos y Marcelo sigue siendo preocupante. La entrada de Ceballos, para que Modric recibiera el homenaje merecido, no influyó en nada. Y Lopetegui acertó plenamente al colocar a Modric muy adelantado para que éste impidiera a De Rossi desarrollar su juego e imponer el suyo.
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