Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Los problemas del Madrid frente al Español

El Español estuvo en un tris de empatar, como mínimo, en el Santiago Bernabéu. De haberse producido ese resultado, nadie habría osado calificarlo de injusto. Miento: salvo quienes miran el fútbol con la pasión desmedida que obnubila el conocimiento. El equipo perico jugó con orden y concierto. A saber: con la disposición adecuada, y el ajuste necesario entre líneas. Sin olvidar en ningún momento que amargarle la existencia a Courtois formaba parte del guión establecido por su entrenador. Y a punto estuvieron los pupilos de Rubi de batir varias veces al guardameta belga. Los méritos del Español fueron evidentes, sin duda; pero conviene resaltar que primaron mucho más los errores cometidos por Lopetegui. Por ejemplo: el entrenador del Madrid decidió jugar, más o menos, como lo hizo la Selección Española -con éxito- bajo su mando, frente a la de Argentina en el Bernabéu. Alineando a muchos centrocampistas y empleando además un falso delantero. Pero en el Madrid la táctica falló lamentablemente por mor de los intérpretes. Eso sí, tiempo tuvo JL para rectificar. Y no lo hizo.

La posesión del balón

Los jugadores del Español se dieron cuenta muy pronto de que la distribución de los jugadores del Madrid les era muy favorable y jugaron convencidos de que puntuar en tan grande escenario estaba a su alcance. Confianza que iba aumentando a medida que el Madrid parecía empeñado en demostrar al mundo entero que el tiquitaca sigue vivo y coleando. Máxime cuando en su equipo milita Isco Alarcón. El último representante de un estilo caduco que necesita treinta o cuarenta pases para llegar a la portería contraria. Y yo me pregunto: ¿cómo es posible jugar en el Bernabeú con Benzema alejado de Marco Asensio, Ceballos, Casemiro y Modric? Situación que hubiera sido acertada si acaso Isco hubiera ocupado el lugar que le correspondía: ser segundo delantero por delante de sus compañeros. Pero el malagueño optó, una vez más, por lo que a él le gusta sobremanera: retrasar su posición para pedirle el balón a sus defensas y salir con pasecitos cortos y horizontales, imponiendo su ritmo. Tremendo error que Lopetegui no supo cortar de raíz. Isco Alarcón, que ha reverdecido sus lauros, tras marcarle un gol al Bilbao y otro al Roma, aprovechó el momento estelar para jugar a su aire. Que es, cambiando lo que deba cambiarse, lo que hace Sergio Ramos. Cuyos fallos defensivos son tan frecuentes como clamorosos.

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