Ginés Meléndez, director de la Escuela Nacional de Entrenadores, director técnico de la RFEF, y otros cargos que no me vienen a la memoria, ha dicho en su última conferencia, precisamente en Ceuta, que el fútbol ha pasado de ganar España con la posesión en Sudáfrica a hacerlo Francia en Rusia con menos posesión que sus rivales. Dar mil pases, dice el técnico nacido en Albacete, ya no lleva a ningún sitio. Y tiene razón. Pero tampoco es menos cierto que se le podría decir que ¡a buenas horas mangas verdes!
Pues bien, Julen Lopetegui parece que todavía sigue convencido de que su equipo debe tocar la pelota veinte, treinta o cuarenta veces antes de chutar a puerta. En la primera parte del partido frente a un Español tan ordenado como laborioso, Diego López apenas tuvo que intervenir. Dado que el Madrid volvió a las andadas... A poblar el medio campo de futbolistas que decidieron practicar un rondo a ver quién de ellos se llevaba los aplausos de la concurrencia.
Se repitieron escenas de la temporada anterior y en las que Isco se empeñaba en dirigir el juego de su equipo por detrás de Casemiro y, por supuesto, de Ceballos, Modric y Marco Asensio. Tratando de sorprender a un rival que esperaba en su campo con total tranquilidad. Máxime cuando Benzema, que tiende a ser delantero flotante, se encontraba sin sitio tanto en esa posición como en la de hacer goles. Pues el juego de sus compañeros era tan previsible como para que sus marcadores lo tuvieran controlado perfectamente.
Jugaba el Madrid con parsimonia, con una lentitud exasperante, y carente de los tiros desde la media distancia que exigían el repliegue del Español y la cantidad de centrocampistas alineados por Lopetegui. Tampoco los centros desde los costados hacían daño. Pues el único delantero era Benzema. El español pudo batir a Courtois en dos ocasiones clarísimas. Menos mal que Marco Asensio -minuto 42- marcó el único gol del partido con su habitual maestria.
La segunda parte fue soporífera y además pudo el Español empatar en dos ocasiones. Con lo fácil que hubiera sido corregir las posiciones del centro del campo y haber recurrido antes a Mariano, por ejemplo, sin prescindir de Benzema. Y, desde luego, tampoco es comprensible que ningún volante se hubiera emparejado con Marc Roca. Tal y como lo hizo Modric con De Rossi ante el Roma.
En fin, que Lopetegui, por lo visto, aún no se ha percatado de que dar mil pases sin tirar a gol es un estilo que ha caducado. Que el fútbol ha evolucionado. Y así lo va diciendo, por donde quiera que va, Ginés Meléndez, técnico de la RFEF. Y le asiste la razón. Aunque haya tardado un mundo en reconocerlo. En cambio, el entrenador del Madrid sigue convencido de que el tiquitaca, teniendo como mariscal de campo a Isco, es el no va más. Hoy, sin embargo, el Madrid de los mil pases acabó pidiendo la hora.
En fin, que Lopetegui, por lo visto, aún no se ha percatado de que dar mil pases sin tirar a gol es un estilo que ha caducado. Que el fútbol ha evolucionado. Y así lo va diciendo, por donde quiera que va, Ginés Meléndez, técnico de la RFEF. Y le asiste la razón. Aunque haya tardado un mundo en reconocerlo. En cambio, el entrenador del Madrid sigue convencido de que el tiquitaca, teniendo como mariscal de campo a Isco, es el no va más. Hoy, sin embargo, el Madrid de los mil pases acabó pidiendo la hora.
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