Alavés y Betis empatan en Mendizorroza

Tertulia en la playa de El Chorrillo. Participamos los mismos de siempre. Y debo decir que los tiempos de intervención son respetados escrupulosamente. Se habla de todo lo que esté de actualidad. Hoy, sin embargo, antes de conversar, llegamos al siguiente acuerdo: de política ni hablar. Y mucho menos de cuanto viene aconteciendo últimamente.

¿Cómo sorprenderse de que síntamos una especial predilección por las emisiones deportivas? Único terreno en el que, de vez en cuando, las gentes tienen un aire sastifecho. Porque si siempre existe un perdedor, forzosamente tiene que haber un ganador. Lo cual no ocurrió en el Alavés-Betis. Partido que había despertado mi interés. Sobre todo por comprobar si el equipo verdiblanco mejoraba la actuación tenida frente al Levante U D.

No olvidemos que el Betis es el séptimo club de nuestra Liga que ha invertido más dinero. Es decir, que ya forma parte de los más importantes. El equipo dirigido por Quique Setién ha cambiado el estilo de juego de la temporada pasada. El que hizo posible que Adán se deprimiera por tener que jugar con los pies como si fuera Luka Modric.

Con un estilo más práctico, esto es, sin que Pau López se viera obligado a juguetear con sus defensas, el Betis se hizo dueño del centro del campo y puso al conjunto vitoriano entre las cuerdas. Pero sus jugadores fallaron lamentablemente tres o cuatro ocasiones claras para batir a Fernando Pacheco. La segunda parte se igualó y ambos conjuntos pudieron marcar. Reinó la emoción hasta la terminación del encuentro.

El Betis no ha empezado bien La Liga. Y, lógicamente, su carencia de gol ha sembrado las dudas entre sus aficionados. La próxima jornada le toca enfrentarse al Sevilla. Cuyos comienzos han sido mejores. Una derrota ante el eterno rival sería un golpe durísimo. Y, desde luego, pondría de los nervios a Quique Setién. En quien los béticos tienen depositada toda su confianza.