Pablo Casado es ya presidente de la derecha española

Nada más conocerse la victoria de Pablo Casado, lo primero que me vino a la memoria es lo que hace muchos años leí en el Diccionario del español eurogilipuertas sobre la derecha española. "Todos los políticos de derechas son tan honestos, o sea pudorosos, que se avergüenzan de decir que son de derechas; cosa rarísima, como si los únicos honestos o pudorosos fuesen los de izquierdas, aunque es mucho suponer...". 

Pues bien, Pablo Casado ha dicho a boca llena que es el presidente de la derecha española. De modo que, llegado su momento, si decido votar al PP, nunca me llamaré a engaño. Confieso, además, que Casado era mi candidato preferido. Incluso tenía la certeza de que sería el ganador. Y así se lo conté a ese amigo mío, que militó en Alianza Popular, y que me llamó ayer para intercambiar pareceres sobre el acontecimiento político.

Mi amigo deseaba lo mismo que yo; es decir, que el elegido fuera PC. Pero era rehén de las dudas. Fue entonces cuando yo traté de calmar sus inseguridades. Y lo hice dándole las explicaciones adecuadas para que creyera firmemente en que Soraya Sáenz de Santamaría perdería la segunda vuelta de las primarias. Y que el otro candidato ganaría con rotundidad.

A partir de ahí, AR fue todo oídos. Te cuento, pues, amigo, le dije. Verás, como tú bien sabes y si no yo te lo refiero, Pablo Casado ha sido el único que no vino a Ceuta a promocionar su candidatura. Pero sí estuvieron María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. Y las dos salieron de aquí gafadas. Sí ya sé que tú no crees en los gafes. Pero los hay... Y sobre todo destaca uno que es conocido como manzanillo.

Manzanillo es un árbol de América del Sur que produce un látex que, lo mismo que su fruto semejante a una manzana, es 'venenoso', según los indigenas. Y la permanencia a la sombra del árbol basta para ponerse en peligro. En tanto y cuanto el árbol adquiere mayor frondosidad, vida y prestancia. Así que te vaticino lo siguiente: el ganador de las primarias de tu partido será Pablo Casado; político joven, que maneja el arte de la seducción pública, y que no tiene el menor pudor en gritar a voz en cuello que pertenece a la derecha española.

AR, amigo mío que militó en Alianza Popular, me ha llamado esta tarde para darme la enhorabuena por predecir la victoria sonada de Pablo Casado.  Y no se ha cortado lo más mínimo en decirme que mi historia le permite pensar que día llegará, sin duda, en que haya políticos que se nieguen a venir aquí, buscando votos para cualquier otra causa.

En fin, lo verdaderamente importante del asunto es que la elección de Pablo Casado ha sido ese soplo de aire fresco que tanto necesitaba su partido.