Pensamientos en voz alta

Un tanto para Pedro Sánchez. Por pensar que, sin las mujeres, el mundo no sería más que un caos. De ahí que haya formado un Gobierno para que prime la voluntad y el valor, la sutileza en las relaciones humanas, la resistencia física y el sentido de lo concreto. Las mujeres entienden la vida.

Cuando llegue a Ceuta el nuevo delegado o delegada del Gobierno, espero que no se le ocurra decirnos que viene con los mejores deseos. Porque, desde ese preciso instante, no tendremos más remedio que admirar su ingenio. 

Misterio. Cosa inexplicable. Por ejemplo: que no se hubiera presentado Juan Vivas a las próximas elecciones. De haber sido así, tengo la certeza de que innumerables ciudadanos habrían sufrido una crisis depresiva de mucho cuidado. 

Juan Bravo. Mucho me temo que el diputado tenga la moral por los suelos. No en vano se había hecho a la idea de ser el candidato a la alcaldía. Lo cual demuestra el desconocimiento que tiene de cómo es el alcalde y presidente de su partido. Error imperdonable. 

Chiste político. Si proliferan es cuando empieza a no funcionar bien la cosa. Cuando un barco se hunde, el capitán se queda el último y se hunde con él. Juan Vivas es así de valiente. Cual corresponde a un intrépido navegante de la Ceuta chiquita y marinera.

Ucronías. ¿Cómo habrían sido las cosas si nuestro alcalde no hubiera proclamado su deseo de continuar siendo el candidato del PP en las próximas elecciones? Pues se habría producido una tremenda desazón entre los ciudadanos. Y una angustia vital por sentirse desvalidos.

Nepotismo.Vicio de la administración pública que consiste en que las autoridades den los cargos a sus parientes o que se den los cargos por favor y no por el mérito. Afortunadamente, aquí no existe el nepotismo. Gracias a las buenas costumbres de las autoridades.

Nacionalidades. Palabra, origen de muchos líos, que nunca hubieran metido en la Constitución los franceses, que son más listos que nosotros. Y sobre todo porque son muy centralistas. Así que ya saben lo que les espera a quienes alcen la voz como independentistas.

La diferencia que hay entre los hombres y las mujeres es que ellos hablan bien de ellas y las tratan mal, mientras que ellas hablan mal de ellos y los tratan bien. Me lo dijo un día un médico internista y nunca lo he olvidado.

Cuando los políticos ensalzan a los pobres por haber soportado la crisis económica con entereza, merecen toda clase de vituperios. Pues recomendarle economía a los pobres resulta grotesco e insultante. Es como aconsejarle que coma menos a un hombre que se está muriendo de hambre.