Opiniones de varios partidos del Mundial de Fútbol

Nunca antes, ni cuando yo me ganaba las habichuelas como profesional del deporte rey, fui capaz de ver tantos partidos de un Mundial de Fútbol como ahora. Así que llevo varios días con mis pobres ojos arrasados de estar tantas horas sentado frente al televisor. De cuya pantalla no debería abusar. El caso es que, menos Francia-Australia y Costa Rica-Serbia, he sido espectador de todos los encuentros que se han celebrado. Cuando escribo, a esa hora vaga del mediodía, aún no se están jugando los correspondientes a este lunes.

Todo comenzó con la Selección Rusa. Cuya goleada a Arabia Saudita fue tan merecida como corta para el buen juego exhibido por el combinado anfitrión. Cierto es que el hecho se produjo ante un rival que apenas ofreció resistencia Lo cual no me impide reconocer que los futbolistas rusos han mejorado actuaciones pasadas. Me agradó sobremanera Golovin. Y, desde luego, la entrada de Cheryshev en el terreno de juego por lesión de un compañero, fue decisiva para su equipo: marcó dos goles extraordinarios y tuvo una actuación muy buena.  Cheryshev es un gran jugador a quien la ausencia de buena suerte le ha perjudicado ostensiblemente.

Portugal-España

Fue el partido, y así lo dijimos en su momento, de Cristiano Ronaldo. Hacer tres goles nunca es fácil. Y mucho menos si el rival es España. Pero hubo más: los portugueses jugaron -al contraataque- veinte minutos esplendorosos. Y pudieron marcar más goles de haber estado Guedes acertado. Cierto es que la reacción de España fue buena. Acompañada, al fin, por los goles de Diego Costa, A pesar de que actuar como delantero centro en el equipo español es tarea complicada. Pues cuando recibe los balones ya se halla rodeado de contrarios. ¿Acaso es imposible tener otro estilo de juego, que no sea el tan cacareado tiqui-taca, cuando convenga? El empate fue justo.

Marruecos-Irán

De Marruecos me gustaron Benatia y Amrabat -hasta que se lesionó- A Benatia, central del Juventus, ya lo conocía, como asimismo a Amrabat. En cambio, nunca llegué a entender la posición de Achraf Hakimi -jugador del Madrid-. Hacerlo jugar de lateral en el lado izquierdo, me pareció una decisión desacertada. Y me explico: si ya le resulta muy difícil centrar con la pierna derecha, siendo diestro, que no será desde el lado siniestro. Pues eso... Que el joven y excelente futbolista no estuvo bien. Irán hizo del repliegue intensivo su mejor arma. Sus jugadores son solidarios. Y juegan agazapados en su campo.  Con el firme propósito de aprovechar sus virtudes y que no se hagan visibles sus defectos.

Egipto-Uruguay

Uruguay basa su poderío en dos delanteros centros curtidos en mil batallas y con el gol metido entre ceja y ceja. Luis Suárez y Cavani. También destacan sus dos centrales: Godin y Giménez. Suárez estuvo rematadamente mal. Falló clamorasamente en tres ocasiones, cuando lo más fácil era empujar el balón a la red. Cavani tampoco estuvo bien. Godin, en cambio, fue un gigante en la defensa. Y, en cuanto a Giménez, marcó el gol cuando el partido estaba dando las boqueadas y los egipcios se relamían de gusto por el empate. Egipto no demostró nada. Sí, ya sé que Salah no jugó. Pero no creo que con él en el campo los egipcios vayan a ser un equipo temible.

Croacia-Nigeria

Los croatas no pasaron apuros. Ni siquiera cuando su juego no era suficiente para imponerse a un equipo nigeriano que dista mucho de ser el de otros mundiales. Modric y Rakitic trataban de imponer su clarividencia en la zona vital del medio campo, pero necesitaban la ayuda de otro centrocampista a fin de adelantar ellos su posición y enlazar con  los delanteros. Cuando el seleccionador de los croatas decidió  reforzar la zona central del terreno de juego, Raquitic y Modric se sumaron al ataque y los nigerianos fueron a menos. El 2-0 fue fiel reflejo de la superioridad del combinado balcánico. Croacia es una selección capaz de amargarle la existencia al equipo más encopetado.

Argentina-Islandia

Antes de juzgar al equipo entrenado por Sampaoli, conviene decir que Islandia es una selección que merece todos los ditirambos habidos y por haber. No hace falta propalar los méritos que acumula. Porque vienen siendo divulgados desde la última Eurocopa de Selecciones. Casi todos sus jugadores son fuertes físicamente. También altos y aguerridos. Defienden en bloque y son solidarios en las ayudas. Saben perfectamente cuando han de jugar el balón en corto o en qué momento están obligados a despejar orientadamente. Maniataron a Messi sin recurrir a entradas bruscas. Y no perdieron ni el orden ni la calma cuando Argentina obtuvo su gol. Messi pudo marcar de penalti. Pero su disparo lo paró el guardameta islandés. De Messi se dice que no rinde en su selección porque la lentitud del juego de sus compañeros influye negativamente en él. Una mentira como la Catedral de Burgos.

Alemania-Méjico 

La victoria de Méjico, de no haber visto yo el partido, me hubiera parecido una sorpresa mayúscula. Pero no fue así. Lo cual no quiere decir que Alemania careciera de oportunidades, al menos,  para haber empatado. Pero uno mentiría si no dijera que los mejicanos supieron maniatar a los mejores jugadores alemanes e interpretaron el contraataque igual o mejor que los portugueses frente a España. Demostrando que en el fútbol todo estilo de juego es válido si los futbolistas lo saben llevar a cabo. El entrenador mejicano no tuvo el menor inconveniente en permitirle a Boateng libertad de movimientos en sus salidas desde atrás. Tampoco le prestó mucha atención a los escarceos de Khedira. En cambio, no dudó en tapar a Joshua Kimmich y sobre todo impedirle a Kroos que dirigiera a su equipo. Aun así, el jugador del Madrid fue el mejor de su equipo.

Brasil-Suiza

Los primeros veinte minutos fueron de dominio abosluto de la Selección de Brasil. El golazo de Coutinho fue el justo premio al buen juego de los brasileños. Ante tamaña superioridad, los suizos se dedicaron a capear el temporal. Y pudieron salir ilesos de semejante avasallamiento, gracias a que Neymar está entre algodones y por tanto no rinde en la medida que de él se espera. A partir del tiempo ya reseñado, los suizos fueron a más mientras que sus rivales acordaron sestear. Y cuando se despertaron de la siesta se encontraron con que los suizos amén de empatar, ya estaban dispuestos a obtener el triunfo. Sería de necio poner en duda la calidad de Neymar y su liderazgo en la selección. Lo cual no significa que deba jugar en esas condiciones.