Inaudito: Alemania eliminada por los surcoreanos

Poner una pica en Flandes. Dícese cuando se realiza con éxito una acción difícil. Válgame semejante locución para decir que la Selección Coreana ha clavado once picas en el corazón de la Selección Alemana en Rusia. Catastrófica derrota del todavía actual Campeón del Mundo. Cataclismo futbolístico para un combinado acostumbrado a estar siempre entre los mejores. Porque nunca les ha faltado ni orden ni calidad ni perseverancia. Y sobre todo jamás dieron muestras de ser tan débiles en el centro del campo. 

El centro del campo estaba siendo el Talón de Aquiles del equipo dirigido por Joaquim Löw. En esa zona, que nunca nos cansaremos de calificar de vital, el seleccionador germano no ha sido capaz de acertar con los jugadores que debían ocuparla. Convencido de que la categoría indiscutible de Toni Kroos bastaría para gobernar una parcela donde se cuecen los éxitos y los fracasos. Craso error. Pues el jugador del Madrid, por más que haya sido pieza clave de los suyos en muchos momentos, no ha podido obrar, como contra los suecos, otro milagro.  

Perdido Khedira como mediocentro. Cuya nulidad ha sido patente durante todo el tiempo que ha jugado. Desastre compartido con Ozil, cuya menuda figura se ha convertido en una sombra de lo que fue otrora, a Kroos le quedaba la tremenda tarea de ocupar todos los espacios ante unos coreanos aguerridos, dotados de una condición física excelente y sabiendo cómo cortarles el ritmo a sus rivales mediante faltas repartidas entre sus jugadores. 

Cuando suceden tales cosas, en un partido de fútbol, los entrenadores han de actuar con celeridad. Pues el paso del tiempo es el mayor enemigo del equipo necesitado de la victoria. En este caso, eran los coreanos los que nada tenían que perder en el envite. Y a fe que jugaron con una rapidez endiablada, poniendo de manifiesto lo mucho que han progresado en todos los sentidos. ¡Qué manera de batirse y de buscar la portería defendida por Manuel Neuer!

Joaquim Löw, sin embargo, se enconmedó al azar durante mucho tiempo. Más del debido: quizá confiando ciegamente en que la diosa Fortuna volvería a ponerse de parte de los suyos. Primer error. El segundo yerro -según mi opinión- fue el de recurrir a la heróica; es decir, sumar delanteros fornidos a la par que iba debilitando el medio campo. Así, Kroos se sentía cada vez más solo ante los ataques en oleadas de los coreanos. Y, naturalmente, los intercambios de golpes se iban produciendo. Algo insólito, dada la diferencia abismal de categoria entre los jugadores alemanes y los coreanos.

Los errores se pagan. Y la Selección Alemana cometió muchos en un partido que le ha costado la eliminación. Los surcoreanos, se aprovecharon de tales fallos, y lograron dos goles cuando ya se jugaba el tiempo de recuperación. Evidenciando que el fútbol asiático ya puede competir incluso con un gigante como es el combinado alemán. Me agradó, sobremanera, Son: jugador del Tottenham. El cual es una mosca cojonera para sus marcadores.  En esta ocasión, Toni Kroos no ha podido obrar,  como contra los suecos, otro milagro.