Sobre las carencias defensivas de Busquets

Antes de escribir sobre Levante y FC Barcelona, por la mañana temprano, lo primero que procuro es cerciorarme de que si lo visto ayer en el Ciutat de Valencia fue real o soñado por mí. Y para resolver mis dudas decido acceder a Marca para ver el vídeo con los goles del partido. Y en todas las jugadas que le dieron a Boateng la oportunidad de marcar tres goles y en otras dos a Bardhi, queda retratado Busquets como un cero a la izquierda cual mediocentro defensivo o escudo de su defensa. Que para el caso es lo mismo.

No es la primera vez que yo opino acerca de la debilidad defensiva del encumbrado Sergio Busquets. Nunca apreciada por quienes sólo juzgan sus acciones cuando el Barcelona está en posesión del balón y jamás cuando el equipo azulgrana se siente acosado por los rivales. En tales momentos, es decir, en los de agobio, su rendimiento decae hasta extremos insospechados de nulidad. Y para muestra un botón: vean el vídeo ya reseñado.

Dice Xavi Hernández que Busquets es capaz de dominar con el balón en los pies espacio y tiempo. Una forma de entender el fútbol que obliga a tener un conocimiento exacto y amplio de cuanto le rodea para elegir la mejor opción de pase. Tarea que exige pensar y cuya escuela mora en La Masía. Eso sí, el residente en Qatar reconoce que el jugador nacido en Sabadell es más lento que un tren de mercancias, de los 50, subiendo Despeñaperro. Y por tanto sería una injusticia exigirle que haga coberturas. Ni que corra hacia atrás cuando su equipo sea sorprendido al contraataque.

Ayer, frente al Levante, a Busquets se le vieron todas sus carencias. Y quienes no estén de acuerdo con lo que servidor dice, no tienen más que buscar en Marca la prueba irrefutable. Cierto es que hay innumerables hinchas del Barça -como es el caso de Juan Cruz, por ejemplo, gran escritor y amante del deporte rey- que se niegan a ver lo poco solidario que es defendiendo el afamado futbolista. Hasta el punto de que incluso no dudan en destacarlo, junto a Coutinho y Piqué, como los únicos que se salvaron del desastre ante el Levante.

Donde sí acierta mi admirado Juan Cruz, en el artículo titulado ¡Qué manera de perder!, publicado en el Diario As, es cuando nos dice lo poco que es el Barcelona sin Messi. "Cuya presencia ordena y estimula a futbolistas cuyas desigualdades o carencias se manifiestan cuando no está en el campo esa potencia única en el fútbol mundial y, sobre todo, en el esquema del Barcelona".

Axioma. Maestro Cruz.