Pegando la hebra

Sergio Ramos

Me llama un amigo, muy madridista él, para decirme que el espectáculo de Sergio Ramos en  El Pizjuán le causó sonrojo.Y que ya va siendo hora de que Zidane ponga coto al desorden con que  se viene empleando el capitán del Madrid. Mi amigo no se corta lo más mínimo en achacarle sus desatinos en el campo a los periodistas. Quienes, salvo rara excepción, son muy dados a elevar al sevillano hasta los cuernos de la Luna sin solución de continuidad y sin embargo enmudecen cuando la ocasión requiere ponerlo como chupa de dómine. Sergio Ramos, ensoberbecido por tantas adulaciones, está convencido de que es una estrella principalísima del fútbol mundial. Y por tal motivo hace en el campo lo que le sale de sus... adminículos. Y, claro, se permite el lujo de jugar como si estuviera formando parte de un campeonato entre solteros y casados. Tras escuchar atentamente a mi amigo, no me queda más remedio que asentir.

Arjandas Bagwandas Lalvani

Hacía ya mucho tiempo que no se me presentaba la oportunidad de saludar a Arjandas Bhagwandas Lalvani. Y hoy he tenido la suerte de cruzarme con él muy cerca de la Plaza de los Reyes. Y debo confesar la mucha alegría que me ha proporcionado hallarme con quien fue un extraordinario presidente de la Agrupación Deportiva Ceuta. Hace la friolera de 36 años ABL me citó en su despacho de los Almacenes Tokio para acordar mi fichaje como entrenador del primer equipo ceutí.  El mes de junio estaba dando las boqueadas y Guillermo Romero se encargó de llevarme a su presencia. Recuerdo que el presidente y yo hablamos lo justo. Y luego sellamos nuestro acuerdo con un apretón de manos. Mi segunda visita al despacho del presidente se produjo el 19 de julio. Y a partir de ahí nuestras relaciones fueron a más. Arjandas fue un presidente modélico y buen pagador. Cuando se lo recuerdo, me ofrece un caramelo y nos despedimos tras darnos la mano.

Jesús Carretero Antón

Fue decirle adiós a Arjan y toparme con Jesús Carretero. Con quien suelo coincidir a veces y, naturalmente, nos ponemos a pegar la hebra. Y nos cunde, claro que sí.  A Jesús le gusta charlar de fútbol más que el alpiste a los gorriones. Así que yo no tengo ningún inconveniente en complacerlo. De fútbol, y también de otros muchos asuntos, Jesús y yo llevamos hablando desde hace casi cuatro décadas. A veces, como no podía ser de otra manera, hemos discrepado. Incluso hemos llegado a estar varios días poniendo ceño. Hasta que uno de los dos decidía cortar de raíz con tan absurdo enfado. Jesús me conoce a mí tanto o más que yo a él. Jesús es un abulense que llegó a Ceuta como profesor de Latín y Griego. Y pronto se percartó, faltaría más, de que el periodismo español, como bien decía Umbral, tras cuarenta años de fotos de Franco, volvía a ser dialogante, informativo, coloquial, disputador, vivo y alegre. Así que Jesús Carretero, conocedor de que Sócrates inventó la razón en las plazuelas de Atenas, dialogando. pronto comprendió que Ceuta era el lugar idóneo para transitar sus calles a fin de dialogar y contar lo que pasaba en ellas. Y así lo ha venido haciendo durante muchos años.