Nada más terminar el partido Madrid-Celta le preguntaron a Zidane por el estado de forma óptimo exhibido por muchos de sus futbolistas. Y respondió así: "Para mí será un dolor de cabeza hacer la alineación para la final de la Champions". Y así será. Pues tendrá que elegir a los mejores futbolistas, que no son pocos, a la par que acertar en la manera de distribuirlos en el terreno de juego. Pensando, como no puede ser de otra manera, en ocultar las debilidades propias y explotar las de los rivales.
Una tarea que nunca resulta fácil. Y mucho menos cuando está en juego un título tan extraordinario en todos los sentidos. Y, por si fuera poco, sucede que el Madrid acude a la cita presionado por no haber ganado ninguno de los dos Campeonatos nacionales. Por consiguiente, en cuanto acabe el partido frente al Villarreal, el entrenador del Madrid deberá tener despejadas sus dudas, salvo lesiones de última hora.
Quienes seguimos el fútbol de la Premier League, sabemos ya casi todo lo relacionado con el Liverpool. Y mucho más después de haberlo visto jugar en sus eliminatorias de la Champions frente al Manchester City y Roma. Y qué decir de ZZ y de su equipo de asistentes. Pues que cada uno habrá repasado vídeos hasta la extenuación. Para informar al jefe detalladamente de cómo contrarrestar lo positivo y explotar lo negativo del equipo entrenado por Jürgen Klopp.
El fúlbol del Liverpool está basado, por encima de cualquier otra cuestión, en tres delanteros veloces que viven de los fallos cometidos por sus rivales como consecuencia de la presión a la que les someten. Salah, Mané y Firmino gozan de libertad para atacar. Ya que el sistema táctico está diseñado para tal menester. Un problema para el Madrid; cuya defensa ha venido dando muestras de flaquezas cuando se ha enfrentado a jugadores de ese tipo. Sobre todo por el flanco izquierdo. Donde la anarquía de Marcelo y los desaciertos de Ramos necesitarán ayuda.
Vayamos al grano: si juega Isco, es preferible que lo haga como mediapunta y nunca escorado a la izquierda con libertad para deambular por donde le plazca. A no ser que las vigilancias sobre Salah se cumplan con disciplina espartana. Esto es, a rajatabla. Máxime cuando Mané también se asocia con el egipcio por ese costado. Siendo Firmino quien trata de alejarse más de su marcador. Alguien, que sabe de fútbol, me contaba el otro día que el partido puede ser una especie de ruleta rusa. Juego suicida a todas luces.
En el Madrid, ya lo decíamos al principio, han dado muestras muchos jugadores de estar en las mejores condiciones para afrontar reto tan sumamente importante. Modric y Kroos, por ejemplo, estuvieron muy bien frente al Barça y asimismo ante el Celta. Bale, tan vapuleado por los analistas del deporte rey, parece dispuesto a ser la figura en Kiev. Keylor Navas tiene nervios de acero. Y ello le ha valido para no descomponerse ante tantas críticas negativas. Marco Asensio puede en cualquier momento cambiar el sino de un partido.Y qué decir de Cristiano Ronaldo.
Eso sí, mentiría si no dijera, como madridista fetén que soy, que si a Zidane le dolerá la cabeza a la hora de hacer la alineación, a mí me entrará el canguelo nada más ver a Marcelo buscando la portería contraria sin tener las vigilancias previstas para cubrir los espacios que deja detrás y naturalmente al adversario o adversarios que los ocupan.
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