Manuel Hernández, secretario general de los socialistas de Ceuta, sabe que los grandes hombres siempre caen por una minucia. Por un descuido de poca monta. Ejemplos hay para dar y tomar. Mencionaremos tres que pasaron a la historia: César confió en Bruto y Dillinger y Al Capone por no pagar impuestos.
Felipe González, en sus mejores tiempos como gobernante, estuvo a punto de besar la lona por posible nepotismo. Achacándosele trato de favor a un cuñado suyo.Y, claro, el señor Hernández ha creído conveniente aprovechar el 'caso Mahersa' para ver si le puede dar matarile político a nuestro alcalde.
El cuñado es la figura menos célebre de la familia. Hasta el punto de que las encuestas al respecto lo consideran así por encima de la suegra. Con todos mis respetos hacia ellas. En mi caso, debo decir cuanto antes que he tenido mucha suerte. Cierto es que yo no les puedo ofrecer a mis hermanos políticos nada más que afecto y consideración.
Juan Vivas, ante las acometidas de Manuel Hernández, exigiéndole que explique cuanto antes si ha tenido alguna relación con el papel desempeñado por su cuñado y un diputado del PP en el caso ya reseñado, ha dado un paso al frente para negar cualquier trato de favor por su parte. Y, a renglón seguido, nos ha dicho que todo el mundo sabe, y que él no lo ha negado nunca, que tiene un cuñado que se llama Aurelio Puya. Que ha sido alcalde y que es muy conocido en Ceuta.
Pero lo mejor de sus declaraciones, para mí, ha sido decirnos que su cuñado es mayor de edad y que tomó en su momento la decisión de participar en una sociedad que se llama Mahersa. Algo que él no pudo evitar. Y, desde luego, cree que tal asunto no le inhabilita para nada. Nuestro alcalde ha empezado ya a defenderse de las tarascadas procedentes de los socialistas. Y está en su perfecto derecho. Faltaría más.
Ahora bien, Aurelio Puya, cuando fue alcalde, mantuvo las mejores relaciones con su cuñado, entonces funcionario, Vivas. Y tengo la impresión de que parte de las declaraciones de su hermano político le estarán haciendo meditar a Puya sobre si decide darle las gracias o bien lo manda a... los chirlos mirlos. Es decir, donde el viento da la vuelta. Pues los cuñados son propensos a no entenderse en según qué momentos.
Pero lo mejor de sus declaraciones, para mí, ha sido decirnos que su cuñado es mayor de edad y que tomó en su momento la decisión de participar en una sociedad que se llama Mahersa. Algo que él no pudo evitar. Y, desde luego, cree que tal asunto no le inhabilita para nada. Nuestro alcalde ha empezado ya a defenderse de las tarascadas procedentes de los socialistas. Y está en su perfecto derecho. Faltaría más.
Ahora bien, Aurelio Puya, cuando fue alcalde, mantuvo las mejores relaciones con su cuñado, entonces funcionario, Vivas. Y tengo la impresión de que parte de las declaraciones de su hermano político le estarán haciendo meditar a Puya sobre si decide darle las gracias o bien lo manda a... los chirlos mirlos. Es decir, donde el viento da la vuelta. Pues los cuñados son propensos a no entenderse en según qué momentos.
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