Ramos y Marcelo facilitan el empate del Athletic

No es la primera vez que digo que hasta en la Conchinchina saben cuales son las debilidades del Madrid y de qué manera hay que explotarlas. Y si esas flaquezas las conocen en ese lugar tan lejísimo, donde parece ser que hasta el viento da la vuelta, cómo van a desconocerlas los chicarrones del Athletic. 

Así que los bilbaínos salieron decididos a aprovecharse de las facilidades defensivas que conceden Ramos y Marcelo. Empeñados ambos en hacer la guerra por su cuenta. Sabedores, además, de que ningún periodista se atreverá a reprocharles nada. Porque ellos, según dicen los plumillas, no serán los mejores defensas del mundo pero lo compensan siendo los mejores atacantes. Y se quedan tan panchos.

Desde el comienzo del partido, Lekue, De Marcos y Williams tenían metidos entre ceja y ceja que por el lado de Marcelo y Ramos gozarían de  muchas posibilidades de hacer gol. Además de estar convencidos de que haciendo daño por ese costado acabarían por descomponer todo el ensamblaje de las líneas del Madrid. Y así fue.

Lo primero que hicieron los vascos fue presionar muy arriba y buscar el lado ciego del capitán madridista. A los siete minutos se les presentó  la oportunidad. Pero intervino con acierto Keylor Navas. Mas en el minuto 13 Williams, cuya misión consistía en aprovecharse de los despistes del central nacido en Camas y del desorden defensivo de Marcelo, marcó el gol de los suyos. A partir de ahí, Lekue, De Marcos y Williams, ya reseñados, hicieron diabluras. A pesar de que Marco Asensio trataba por todos los medios de estar en misa y repicando. 

Me imagino que muchos jugadores del Bayern estarían viendo el partido. Y supongo que a estas horas deberán estar frotándose las manos de satisfacción. Por haber visto, con suficiente claridad, que la defensa del Madrid es un coladero. Actuando como lo han hecho hoy Marcelo y Ramos, tanto monta, monta tanto, Lewandowski y Müller, Robben y Ribéry estarán gozando ya de un optimismo desmesurado. Y no es para menos.

¿Cómo es posible que Zidane no sea capaz de cantarles las cuarenta, de una vez por todas, a Ramos y a su cuate Marcelo? ¿Cómo no se ha dado cuenta hoy de algo tan claro como que Ramos estaba siendo un don nadie ante Williams.  Mientras que Marcelo se iba  de su zona sin solución de continuidad cuando por delante contaba con los servicios de Marco Asensio: el mejor jugador del partido?

El gol del empate logrado por Cristiano Ronaldo cuando el partido estaba ya dando las boqueadas, no debe tapar la desastrosa actuación del Madrid. Y lo que es peor,  a estas alturas los aficionados  que piensen bien, tendrán asumido que en el Allianz Arena puede haber una debacle blanca. Sobre todo por la inseguridad que  ha generado el equipo y su entrenador. Quien, por cierto, hoy no se le ha ocurrido otra cosa que cambiar al futbolista que más rendimiento estaba dando: Marco Asensio.