Hoy, nada más pisar la calle para caminar la hora que me corresponde diariamente, me abordó un conocido y asimismo lector de este blog. Escuché y respondí con impasibilidad las consabidas acusaciones que tuvo a bien propinarme por mis censuras a Sergio Ramos y a Marcelo. Con la mayor cortesía le expliqué cómo esos defensas se han ganado el derecho, según dicen los opinantes elitistas del fútbol español, a ser regulares tirando a malos cuando les toca defender, debido a que son muy buenos cuando se suman al ataque.
Considero semejante parecer, con todos mis respetos para quienes así lo proclaman, una sandez. Y a los hechos me remito: todos los adversarios del Madrid suelen atacar por sistema por la banda derecha. Por algo será. Lo lamentable es que hoy se siga hablando de lo bueno que es Kepa, que lo es; de lo bueno que es Williams, por supuesto que sí... En cambio, a ninguno de los sesudos comentaristas se les ha ocurrido decir nada sobre la lamentable actuación que tuvieron ayer los susodichos jugadores pertenecientes a la defensa del Madrid.
Marco Asensio
Cuando estaba en el Español, cedido por el Madrid, su juego me invitaba a ver muchos partidos del equipo perico. O sea, que acudía al reclamo de la calidad que atesoraba el futbolista mallorquín. En mayo de 2017, titulé así un artículo sobre él: Marco Asensio es un clásico. Y escribí el siguiente párrafo: "El adjetivo se lo ha ganado a pulso el jugador nacido en Mallorca. Y lo llamo clásico porque no creo que su labor de hoy pueda ser mejorada. Por estar convencido de que no se puede jugar mejor ni con más eficiencia. Anduvo Marco Asensio con esa sencillez de quienes aunan el sosiego con el conocimiento del juego y la suficiente condición física para mostrar sus cualidades con la claridad de los elegidos. Es decir, que actúa con una naturalidad pasmosa y asombra, claro que sí; puesto que se hace tirabuzones con las dificultades".
Zidane no lo ha situado aún como segundo delantero. Eso sí, con facilidad de movimiento adecuada a la demarcación. Lo cual no deja de ser una herejía. Pues Marco Asensio ya debería estar consolidado como un grande de nuestro fútbol. A propósito, permítanme decirles que hay momentos en los que el mallorquín me recuerda muchísimo al extraordinario jugador que fue Manolo Velázquez (éste era un diestro que jugaba en el lado izquierdo). A quien me tocó marcar y sufrir cuando estaba cedido por el Madrid al Rayo Vallecano. Lo cual ocurría recién comenzada la década de los felices sesenta.
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