Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

martes, 17 de abril de 2018

Guardiola y su dilema

La Champions League ha sido devaluada hace nada y menos por Pep Guardiola. Entrenador sensible y de fina inteligencia. Como correponde a quien habita en la cima futbolística de los banquillos. Y que además se permite el lujo de llevar un lazo amarillo prendido en su pecho, dando muestras visibles de que él se pasa por la entrepierna todo lo concerniente al amarillo y la mala suerte. Lo cual deja entrever lo valiente que es el catalán nacido en Sampedor y convencido de que sus alardes independentistas serán los que logren hacer que el mundo entero se pronuncie a favor de que Cataluña se convierta en una República. 

Eliminados el Manchester City y el equipo que representa a una "nación sin estado", al bueno de Guardiola sólo le quedaba desearle toda la suerte del mundo al Bayern de Múnich. Club con el cual tampoco consiguió ganar la Champions League. Tal vez porque el natural de Sampedor cree que no merece la pena obtener la Liga de Campeones de la UEFA. Por estar convencido de que es un título menor y concebido, desde el año de la nana, como premio de consolación hecho a la medida del Madrid. En fin, que semejantes declaraciones deben haber sentado como un tiro en el seno de la siempre quisquillosa UEFA.

Cuando ya quedan ocho días para que Bayern y Madrid disputen la primera parte de la eliminatoria, mucho me temo que Guardiola estará planteándose ya el dilema entre dos males. Uno de los dos equipos ha de salir victorioso de la eliminatoria. Cuando a él lo que le agradaría es que se produjera lo imposible: que perdiesen los dos. ¿Cuál de ellos le vendría bien a PG que quedara eliminado? Por un lado, al independentista catalán le causaría un disgusto morrocotudo que su exequipo eliminara al Madrid y se postulara como posible ganador de la final, dirigido por un entrenador septuagenario. Lo que daría pie a que se hablara nuevamente de su fracaso al frente del equipo bávaro. 

De ganar el Madrid la eliminatoria y la final, Zidane, al conseguir la tercera Orejona consecutiva, se pondría el primero en la cresta de la ola de los entrenadores famosos. Doble disgusto para el profeta Guardiola. Quien pasaría en menos que canta un gallo a ser un Mago Karag en tono menor. Asi que mucho me temo que Pep Guardiola terminará resolviendo la disyuntiva en contra del Madrid. Y arderá en deseos de que James Rodríguez, brillante jugador y poseedor de una pierna izquierda descomunal, desde su posición de mediapunta, no sólo ponga en juego con sus pases precisos a Robben y a Ribéry, sino que además enlace cada dos por tres con Lewandowsky y Müller. Ahí está el busilis.                                                                   


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