Paco Jémez y Sergio Ramos son dandis diferentes

Cada vez que juega la Unión Deportiva Las Palmas y la televisión, poco antes de que comience el partido, nos ofrece la imagen de su entrenador, Paco Jémez, vestido impecablemente y dándose un último toque al pañuelo que luce en el bolsillo superior de la chaqueta, además de parecerme todo un caballero, no entiendo las razones por las que la firma de ropa de nombre de El Corte Inglés, Emidio Tucci, eligió para lucirla a Jon Hamm; actor principalísimo de la famosa serie Mad Men y no a nuestro celebrado Paco Jémez. 

Es PJ elegante donde los haya y sobre todo con capacidad incuestionable para demostrar cómo es posible mantenerse de punta en blanco en un campo de fútbol a pesar de los nervios y de las inclemencias del tiempo. Mejor publicidad para las prendas imposible. La pena es que semejante refinamiento no va acompañado por el éxito deportivo. Y sin triunfos no hay quien te dé siquiera los buenos días. 

Sergio Ramos, en cambio, gracias a que ha marcado varios goles en momentos cruciales y que valieron un Potosí para su equipo, se permite el lujo de hacer lo que le da la real gana en el Madrid. El sábado pasado fue el último día que lo hizo. No creyó conveniente jugar frente al Gerona y sobraron las explicaciones. Aunque sí propaló de cabo a rabo todo lo concerniente a un cumpleaños que estaba celebrando. 

Eso sí, se presentó en el palco del Bernabéu a la hora del partido vestido de dandi congoleño. Y para demostrar su poderío no dudó en lucir esa máscara de superchería que le sienta como un tiro. El sombrero, por ejemplo, lo llevaba peor que el castoreño de un picador cuando lo violenta un toro en su acometida al caballo. Y, por si fuera poco, se olvidó del puro y del bastón clásico que son complementos imprescindibles para cualquier tío que desea fervientemente que se hable de él a todas horas.

Una forma de proceder que no se entiende por ser el jugador nacido en Camas nada más y nada menos que el capitán del equipo más laureado del mundo. Luego dirán que Florentino Pérez es un tipo chapado a la antigua. Menos mal... Porque si no lo fuera, cualquiera sabe qué otras libertades podría tomarse el defensa que quiere pasar a la posteridad como un auténtico dandi africano.