Pésima segunda parte del Madrid

La primera parte del Madrid fue magnífica. Sus futbolistas ocuparon todas las zonas del campo y se movieron extraordinariamente tanto en defensa como en ataque. Bloque casi perfecto que presionó a la Real Sociedad en su propia parcela y dejó sin ideas a un rival que trata de jugar como un equipo grande sin tener los mimbres que ese estilo requiere. La posición de Illarramendi y su forma de entender el juego está caducada. De ahí que su equipo, obsesionado con que todos los balones pasen por él, recibe más goles que nunca.

Pero sería injusto no destacar lo bien que se desenvolvió el equipo merengue durante los primeros 45 minutos. Y lo hizo -insisto- mediante una sencilla distribución de sus jugadores y moviendo el balón al primer toque, casi siempre, y haciendo uso de las bandas tanto en defensa como en ataque. Era tal la velocidad hombre balón que los goles fueron llegando como si tal cosa. Incluso hubo dos balones que se estrellaron en los postes. Uno de Cristiano y otro de Benzema. Cuya ausencia de buena suerte es evidente.

El festival de goles principió muy pronto: apenas se había cumplido un minuto de partido cuando un centro de Cristiano lo remató de cabeza Lucas Vázquez. Testarazo que se produjo desde el punto de penalti. El tanto tempranero causó estragos en el equipo donostiarra. Le sentó tan mal a sus jugadores que estuvieron a merced del Madrid durante toda la primera parte. En la que fue una delicia ver jugar tanto a Modric como a Kroos y, por supuesto, a Marco Asensio. Cuya alianza con Marcelo fue auténtica.

Dado que todo el Madrid se movía mediante un ritmo intenso y primaba la solidaridad entre líneas, llegaron los goles de Cristiano en el 26' y en el 30'. También el de Kroos. Y se llegó el descanso con la satisfacción de haberse visto un fútbol, por parte del Madrid, donde la pelota se movía perpendicular al marco de la Real Sociedad. Y yo pensé, tras haber visto jugar horas antes al París Saint-Germain frente al Toulouse, que de esa manera tan sencilla, es decir, con ese 4-3-3 tan bien interpretado en todos los sentidos, la eliminatoria podría ganarla el Madrid. Por más que el equipo francés sea un pedazo de equipo.

Pero la segunda parte nos permitió ver al Madrid que ha venido dando tumbos desde que comenzó la Liga Santander. Cundió el desorden generalizado. Y la Real Sociedad a trancas y barrancas obtuvo dos goles y pudo hacer algunos más. Lo mejor de este tiempo para el Madrid fue el gol de Cristiano. Con el que firmaba tres goles. Lo cual debe haberle colmado de satisfacción y de ánimos para afrontar la dura realidad del miércoles.

Los cambios aportaron más al equipo de San Sebastián que al Madrid.