El 11 de febrero, del mes que corre, publiqué este artículo, y creo que debo transcribirlo literalmente, tras lo ocurrido en el partido Madrid-París Saint-Germain, que ha terminado con victoria madridista por 3-1. Juzguen ustedes si merece la pena su repetición
No es la primera vez que me pronuncio a favor de que el Real Madrid juegue con Lucas Vázquez y Marco Asensio por las bandas. Y hasta suelo cargarme de razones para hacerlo. Y me explico: los dos, aunque con maneras diametralmente opuestas, saben obtener provecho de algo que es muy difícil en estos tiempos: actuar pegados a la línea de cal y desbordar a sus marcadores. Causando, por tanto, desequilibrios constantes entre sus rivales.
Asensio y Vázquez son, además, disciplinados en cuanto concierne a ser los primeros defensores de su equipo. Tratando por todos los medios de que los laterales adversarios no encuentren el camino expedito para aprovecharse de las alegrías atacantes de Carvajal y sobre todo de Marcelo. También resultan primordiales sus ayudas al medio campo. Y, por si fuera poco, los dos son chutadores desde la media distancia.
Del jugador mallorquín cabe destacar asimismo su facilidad para moverse por todas las zonas del césped cuando su equipo está necesitado de manejar el balón. Labor que desarrolla con brillantez y eficiencia. Y lo hace, sin duda, amparándose en sus extraordinarias cualidades técnicas. Las que le permite exhibir un repertorio de acciones en las que se dan la mano lo práctico y lo ingenioso. Yo considero que su fútbol es clásico. Es decir, que, cuando Asensio está bien, y debería estarlo más veces, no hay quien lo haga mejor.
En cuanto a Lucas Vázquez, nadie podrá negarle, amén de sus habilidades futbolísticas, que las tiene, pues sin ellas sería imposible que estuviera en el Madrid, su espíritu de sacrificio y su capacidad de trabajo. Voluntades necesarias ante el París San Germán. Sobre todo por el buen uso de las bandas que hace el equipo francés. Donde tanto Neymar como Di María, o quien juegue en el lado derecho, suelen desmarcarse hacia los interiores para dejarles espacios a sus laterales.
Pero tampoco quiero omitir lo siguiente: en vista de la mala suerte que viene teniendo Benzema a la hora de marcar goles. Que no deja de ser la ausencia de buena suerte. Y convencido de que los entrenadores ni deben ni pueden esperar a que suene la flauta, Zidane podría contar con Bale. Y, dado que el galés es remiso a la hora de correr para atrás, situar a Marco Asensio por delante de sus volantes, a fin de aprovechar no sólo su talento en ataque y organización sino para ayudar a Marcelo cuando la ocasión lo requiera.
Sí, claro que sí; ya sé que ustedes se preguntarán que si Zidane decide jugar con Asensio, Vázquez y Bale tendría que prescindir en principio de Casemiro. Pues bien, no creo que la idea fuera desatinada. De ningún modo. Ya que estaríamos hablando de una alineación en la cual todos se verían obligados a hacer de todo. La mejor manera de combatir ese juego por las bandas del equipo dirigido por Emery. Por cierto, menuda tarea le espera a Nacho por corresponderle seguir en jugada los desmarques de Neymar desde la banda hacia el interior. Aunque yo estoy convencido de que Nacho saldrá triunfante de tan ardua tarea.
Este artículo fue publicado hace tres días.
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