Durante las Navidades se nos deja sin fútbol a quienes amamos un deporte que no admite parangón. Parar la Liga española cuando está en plena ebullición me parece un desacierto incomprensible en los tiempos que corren. Precisamente el mejor regalo para los niños en estas fiestas es poder ir con sus padres a ver el mayor espectáculo del mundo. Y, desde luego, tampoco beneficia a los futbolistas descansar cuando aún no están cansados. O no deberían estarlo.
Menos mal que siempre tendremos el fútbol inglés. Esa Premier League que nos permite disfrutar de lo lindo cuando el invierno está principiando. Aún me acuerdo de cuando yo colaboraba con una televisión local y lográbamos por la parabólica conectar con la entonces llamada Primera División del Reino Unido. Y, naturalmente, de los comentarios que nos ofrecía Nayim. Ya que éste era jugador del Tottenham. Por cierto, al jugador ceutí le dio tiempo a jugar en la actual Premier League, cuyo comienzo fue en la temporada 92-93.
Yo suelo elegir ciertos partidos de la Premier League. Ayer me tocó disfrutar viendo al Manchester United. El equipo de José Mourinho había comenzado muy bien la temporada pero entre lesiones y meteduras de pata, tanto de defensores como de atacantes, llevaba ya varios partidos donde no pasaban del empate. Lo cual ha hecho gozar de lo lindo a los enemigos de Mourinho. Que los tiene a montones.
Pues bien, ayer frente al Everton en el Goodison Park, y con una alineación de circunstancias, ya que Lukaku e Ibrahmovíc, sus dos delanteros centros, están lesionados, amén de otros futbolistas de suma importancia en la plantilla actual, el equipo dirigido por Mourinho ganó con autoridad y con goles soberbios. Los lograron Martial y Lingard.
Pero la noticia estuvo en el extraordinario partido que cuajó Paul Pogba. Fue un espectáculo ver al francés actuando como mediapunta, que es la demarcación que mejor le va a sus cualidades. Lo dice alguien que ha venido poniendo en duda, mediante comentarios razonados, el calificativo de estrella que le otorgaban al jugador cuando era situado como mediocentro.
Atención al Manchester United en la Champions League. Porque si Mourinho consigue recuperar lesionados y formar un equipo en el cual puedan reunirse Lukaku, Ibrahmovic, Fellaini, Matic y Pogba, junto a algunas de las ardillas como Lingart, Rashford, Martial y Matas, The Red Devils (Los Diablos Rojos) pueden ganar este Campeonato corto pero que exige saberlo jugar. Todo depende, por supuesto, que los centrales del equipo inglés sean capaces de estar a la altura que les corresponde. Y que De Gea se imponga en los balones que circulen por alto en el área chica. Que es su talón de Aquiles.
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